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06 noviembre 2006

Al filo de los días


Internet, los libros y la feria de Francfort


En esta famosa feria de editores, entre los cien mil nuevos títulos presentados, existe un gran número de ellos que aparecen en los soportes digitales tipo CD, DVD, audiolibros y otros formatos como mp3. Esta gran afluencia de las nuevas tecnologías en el sector del libro produce que el mensaje y el medio o soporte se confundan, por lo que se presentan novelas, po ejemplo, que anteriormente habían sido escritas en forma de blogs en internet, como es el caso de la escritora chilena Francisca Solar que ha obtenido un gran éxito. Sin embargo, no todo son bonanzas en estas nuevas aventuras editoriales, porque algunos blogs literarios de éxito en internet, una vez editados en papel, han fracasado en las librerías, como es el caso de Penguin con el blog de Catherine Sanderson “La petit anglaise” que recibió un millón de dólares por dos libros. También han tenido unas ventas flojas el blog de un abogado o el de un taxista de Nueva York, que disfrutaban de una gran acogida en la red, mientras que, para gran sorpresa de todos, el éxito más sonado es el blog de una madre que lucha por cocinar las recetas que ofrecen los diversos programas culinarios de la televisión y cuenta sus peripecias. Todo el misterio sobre el posible éxito o fracaso de un libro se extiende, desde las de papel únicamente, a las obras previamente publicadas en internet, algunas de las cuales obtienen un éxito clamoroso en ese medio y fracasan después, una vez trasladadas al papel, demostrando con ello que no hay recetas infalibles a la hora de saber cuál es el truco, el libro, el tema o la técnica a emplear para conseguir que una determinada obra sea aceptada o no en un medio y no rechazada en otro.

No hay que olvidar que internet es actualmente un medio valiosísimo para hacer llegar la alfabetización y la educación a poblaciones enteras aisladas de cualquier parte del mundo que utilizan la potente red de redes para recibir educación y conocimientos y son más de setecientos millones de analfabetos los que se benefician de esta vía de comunicación que está demostrando ser una potente arma de enseñanza a distancia, muchas veces, la única posible para llegar a poblaciones aisladas que reciben así un medio extraordinariamente eficaz como vehículo de comunicación y de educación. La Feria de Francfort ha creado, por ello, la sección denominada “El futuro de la educación” para atender a esos setecientos millones de iletrados, entre los que se cuentan muchos analfabetos funcionales en Occidente, incapaces de leer o escribir más allá de un texto breve.

La presidenta de la Unión Internacional de Editores ha explicado que “un tercio de todos los libros del mundo se publican en el mercado sudamericano, otro tercio en Europa y algo menos en el área asiática del Pacífico”. El resto parece ser que no lee o lo hace solamente en internet.

Por otra parte, se ha demostrado en esta Feria de Francfort y con relación a las obras consultadas en la red, que la obra más buscada en ella es el Corán, lo que nos debe hacer meditar sobre la influencia de la religión musulmana que es cada vez más acusada sobre gran parte de la población inmigrante en Europa y las implicaciones que éste fenómeno cultural-religioso puede tener, a medio y largo plazo, sobre la cultura occidental.

También, y en cuanto a hábitos de lecturas en internet, se demuestra que en la red se lee buscando determinados conceptos y se llega hasta autores consagrados que han hablado sobre el tema del que se realiza una consulta, es decir, se busca el término o la palabra y de ahí se llega a un determinado autor . Por ello, Google, la gigante americana en internet, está queriendo ofrecer a los internautas el acceso a obras literarias completas y no sólo a títulos y reseñas, con lo que este medio se puede llegar a convertir en una biblioteca universal al alcance de todos, incluso de los que no tienen demasiada aficción a los libros y la lectura que son, precisamente, los más necesitados de alicientes y facilidades para llegar a ellos. Además, hemos podido saber que aparte del Corán, una determinada guía de flores, un manual sobre robots todoterreno, otro que trata sobre tipos de interés (financieros) y la crítica anti Bush de Chomsky son las obras más buscadas en el mayor buscador del mundo, o sea, Google. En cuanto a España, una relación o compilación de nombres para recién nacidos y “La Administración moderna” son los libros más buscados. En Alemania el título más buscado es el Kama Sutra; en Francia los libros sobre anatomía y matemáticas. Estos datos contradicen las listas de los libros más vendidos que se publican periódicamente en la prensa especializada, lo que demuestra que los gustos y preferencias en internet son diferentes a las obras preferidas por el público de venta en librerías. Es como si el papel impreso y la realidad virtual fueran por caminos distintos y paralelos y el internauta ,cuando consulta o lee en la red, muestra unos gustos y preferencias distintos a los que tiene a la hora de elegir y comprar un libro impreso.

Por todas estas tendencias demostradas en la red, “Abebooks” el mayor centro de venta de libros usados en internet, con cien millones de títulos catalogados, va a realizar una nueva catalogación y crear un nuevo algoritmo combinado de búsqueda. Sin embargo, a pesar de los datos anteriormente expuestos, se puede afirmar que el mayor potencial digital o virtual no es lector, sino buscador: las enciclopedias, diccionarios de idiomas y obras de consulta en general se utilizan en la red, por lo que su venta en papel impreso ha descendido y tiende a desaparecer porque, teniendo la posibilidad de consultar estas obras en la red, nadie pagará y almacenará los diferentes volúmenes de estas obras de consulta que son voluminosas, en general.Por todo ello, Anna Metzner, del Circulo para la Publicación Electrónica afirma que :“Los jóvenes buscan, se informan y aclaran sus dudas en internet.”lo que ha hecho descender la venta de estas obras de consulta incluso en soporte digital: CD-ROM o DVD, aunque los editores de estos afirman la mayor calidad contrastada de sus obras digitales frente a internet, ya que, por ejemplo, un artículo de Wikipedia, el ejemplo más conocido de la información enciclopédica gratuita en internet “puede tener fallos”, según admite su portavoz, Anne Klempert, pero, continua diciendo, “la probabilidad de pronta corrección es muy alta”. Según refleja una encuesta entre editores, un sesenta por ciento de ellos estima que la venta en CD o DVD va a desaparecer y éstos se descargarán, a menor precio, de la propia red.

Por otra parte, el proyecto de Google de proporcionar extractos de todos los libros del mundo, desde hace dos años, es muy criticado por editores, que están digitalizando y facilitando textos para el programa paralelo Google Book Search, que buscará en páginas y las mostrará sueltas, indicando dónde acceder al libro. La Asociación de Editores Alemanes, de forma previsora, se está adelantado a esto y a un desfase como el reciente de la industria discográfica, creando su propia base de 100.000 títulos (VTO), con extractos o textos completos para asegurar que «editor y autor mantengan el dominio sobre sus obras». Esta es una forma de responder a Google, aunque esperan que el buscador contacte con ellos para cooperar en esta misión.

El director del proyecto habló de una posible «primera piedra dentro de una biblioteca europea en internet». Hay que tener en cuenta que la edición y descarga de libros científicos en internet duplica ya a la publicación en papel. «El libro en este segmento es cada vez más superfluo», dice el director del Instituto de Ciencias del Libro de Maguncia. Ana María Cabanellas, presidenta de los editores, quien resta importancia a las nuevas tendencias editoriales ya que, según afirma que los 70.000 millones de euros que mueve el libro en el mundo superan la facturación del vídeo, CD, música descargada de internet y juegos de ordenador..

El futuro del libro parece esperanzador, tanto sea electrónico como en papel-que nunca podrá ser reemplazado por otro soporte, sobre todo en obras de literatura, ensayo, biografía, historia, etc., porque una cosa es consultar una palabra, artículo o definición en la pantalla del ordenador y otra muy distinta es la de poder leer "Guerra y Paz" o "Don Quijote de la Mancha" en una pantalla, porque no habría ojos que aguantaran el suplicio; ni tampoco el libro de siempre, con sus hojas recién impresas y con olor a tinta fresca, perderá su encanto y la magia que ofrece cuando abre sus páginas y ofrece el universo de sensaciones, magia y misterio que todo libro representa, sustituído por todas las ventajas que los nuevos hallazgos de la electrónica puedan ofrecer a cambio.
El papel del libro, impreso o digital, es importante e imperecedero, como soporte y vía de la cultura y el conocimiento; pero nunca podrá reeemplazar la pantalla de un ordenador a la fascinación que un libro impreso en papel representa para quienes, lectores de verdad, nos sentimos prendados y enganchados a la página impresa de un libro de siempre, que te acompaña a cualquier lado y que no depende de ningún requisito añadido para ser leido, además del deseo, la complicidad y la atención del lector, que siempre es quien le da protagonismo y sentido a la obra escrita, en forma de libro, y revalida así su papel de transmisor del pensamiento y la cultura.

Ana Alejandre

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