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29 junio 2016

JUAN BENET



Juan Benet


Juan Benet Goitia, novelista español (Madrid 7 de octubre de 1927 - 5 de enero de 1993), uno de los más importantes escritores de la segunda mitad del siglo XX en España y considerado, por algunos escritores entre los que se cuenta Javier Marías, como el más influyente de dicho período. Aunque se le conoce especialmente por su faceta de novelista, cultivó diversos géneros como son el drama, el ensayo y el cuento, aunque destaca, especialmente en la novela.

Aunque nacido en Madrid, vivió con su madre y dos hermanos mayores en San Sebastián, ciudad a la que se trasladaron por tener familiares en dicha ciudad, a raíz de que su padre, Tomás Benet Benet, abogado de profesión, fuera fusilado en la zona republicana a principios de la Guerra Civil, regresando a la capital en 1939.

Cursa estudios de Balchillerato en San Sebastián y, posteriormente los finaliza en Madrid, en el Colegio del Pilar, en 1944. Ingresa en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en 1952, carrera que finaliza y ejerce. Anteriormente, en 1946, había empezado, regularmente, a asistir, entre otras .-asistía también a las tertulias de los cafés Gambrinus y Gijón-, a la tertulia de Pío Baroja, escritor al que admiraba profundamente, uno de los pocos autores españoles que le gustaban. A dicho escritor le dedicó unas páginas en su obra Otoño en Madrid hacia 1950. En ese año descubrió la obra de William Faulkner, escritor que le impresionó y fue el detonante de su vocación literaria, por la que comenzó a escribir.

Juan Benet viajó a París, en 1949, por haberse exiliado su hermano Paco en dicha ciudad, quien pertenecía a la Federación Universitaria Española y fue el creador de la revista Península, de cariz antifranquista, ya que era el principal organizador y ejecutor de la operación de fuga de Cuelgamuros de varios antifranquistas. En esa ocasión huyeron a Paris Manuel Lamana y Nicolás Sánchez Albornoz, hechos que inspiraron la película Los años bárbaros, de Fernando Colomo..

Hay un hecho insólito en la biografía de este escritor que define su temperamento e inquietudes múltiples o deseos de experimentar emociones nuevas , y fue el que realizó, en 1952, cuando actuó como banderillero de la cuadrilla del matador Rafael Ortega, en la plaza de toros de Calanda (Teruel), localidad en la que nació el genial director de cine Luís Buñuel.

Al año siguiente realizo prácticas de ingeniería en Finlandia, y publica su primera obra de teatro Max, obra en la que manifiesta un personal estilo literario ajeno a las corrientes literarias españolas de la época. 

En el mismo año que finaliza su carrera de Ingeniero, 1955, contrae matrimonio con Nuria Jordana, unión de la que nacerán cuatro hijos.

Su primer libro fue un volumen de relatos, desarrollados en ese escenario mítico, Región -similar al creado por Faulkner al que denominó Yoknapatawpha-, que fue el territorio narrativo de muchas otras obras posteriores de Benet, y supuso un alejamiento de la prosa realista que se escribía entonces en España. En dicho territorio imaginario se muestran de forma recurrente los temas que obsesionaban a Benet: el desencanto por las ilusiones marchitas, la desesperanza que de ello deviene, la decadencia fisica y moral que provoca el paso del tiempo, y la atmósfera narrativa, opresiva e inquietante, en muchas de sus obras, como una señal de identidad permanente.

Empieza a colaborar en las revistas más importantes de la época, como son Revista de Occidente, Cuadernos para el diálogo Cuadernos Hispanoamericanos y Triunfo. A través de Dionisio Ridruejo, con el que comienza una estrecha amistad, llega tomar contacto con los círculos antifranquistas de aquellos años. 

Publica Nunca llegarás a nada (1959). Años más tarde, atraido por el ensayo, publicó dos obras de dicho género tituladas: La inspiración y el estilo (1966) y Puerta de tierra (1969). De esa época es también su obra teatral Confitans (1969), única obra recuperada por el propio autor de una producción desconocida y publicada en la revista Cuadernos Hispanoamericanos.

Su primera novela nombra explícitamente a ese territorio literario creado por Benet, titulada Volverás a Región (1968), en la que se manifiesta de forma indudable el talento narrativo de este escritor. Le sigue Una meditación (1969),novela con la que obtuvo el Premio Biblioteca Breve del mismo año, que tiene la particularidad añadida de que está escrita en papel continuo, usando un artilugio de su invención para dicho fin. Esta obra se considera una de las más importantes publicadas desde 1939. 

En la década de los setenta, especialmente entre 1970 y 1973, aumenta vertiginosamente su producción literaria y publica los ensayos que se publican con el titulo Puerta de tierra; un volumen que recoge, menos una, todas sus obras de teatro; además de las novelas Una tumba (1971), Un viaje de invierno (1972), con las que finaliza un primer ciclo narrativo que demuestra que Benet era un gran escritor, dueño de un lenguaje personal, intenso, sugerente y de rica prosa. Después, publica La otra casa de Mazón, así como los libros de relatos Sub rosa y 5 Narraciones y 2 fábulas.

A raíz del fallecimiento de su esposa, en 1974, se produce una pausa en su producción literaria y, también, en sus relaciones personales porque su introversión se agudiza por la pérdida de su mujer. Dos años más tarde, publica Qué fue la guerra civil y visita como conferenciante los Estados Unidos. Además, publica dos nuevas obras que son, a medias, una mezcla de ensayo y narrativa tal como la entiende Benet: El ángel del señor abandona a Tobías y Del pozo y del Numa.

Sus siguientes publicaciones le acreditan como un escritor que posee ya una gran influencia entre los autores más recientes: En el estado (1977), Saúl ante Samuel (1980) y El aire de un crimen (1980). Herrumbrosas lanzas I, II y III (1983, 1984 y 1986) que tienen como escenario nuevamente a Región, habla de la Guerra Civil española y de las profundas heridas nunca cerradas que provocó en la memoria de los españoles. Este trágico tema bélico y sus terribles consecuencias es recurrente en el mundo narrativo de Benet, por el que sentía una fuerte e intensa atracción , quizás, influido por el asesinato de su padre, al principio de la Guerra Civil, hecho luctuoso que marcó a toda la familia. Los estudiosos de la obra benetiana la consideran como la obra más intensa y de mayor significado de las suyas y la que mayor resonancia e influencia tuvo en la literatura española de la época , cuyo eco llega hasta nuestros días

En su extensa obra literaria, se encuentran, entre otros, sus últimos títulos, las novelas En la penumbra (1989) y El caballero de Sajonia (1991), la colección de cuentos Trece fábulas y media (1981) y la obra ensayística La construcción de la torre de Babel (1990).

La obra literaria de Benet, en su conjunto, al igual que la de Rafael Sánchez Ferlosio y Luís Martín Santos, produjo la innovación experimental más rica en resultados de la narrativa española. Sin embargo, su estilo alambicado, denso, críptico y de múltiples significados, fue llamada por algunos "literatura incorrecta". Fueron los escritores Dionisio Ridruejo, y el matrimonio formado por Carmen Martín Gaite y Rafael Sánchez Ferlosio quienes alabaron entusiásticamente la obra de Benet, al que consideraban como uno de los grandes escritores de la narrativa española.

A lo largo de su vida literaria, Benet mostró su rechazo a la estética y retórica inherentes al realismo y naturalismo decimonónicos que caracterizan a Benito Pérez Galdós y cuestionaba la vigencia, en pleno siglo XX, de dicho realismo, aunque recibiera otros nombres. También, se opuso al llamado tremendismo y a los escritores de la España "negra", y defendía, al mismo tiempo, el estilo noble o grand style, frente a la retórica vacía de contenido del realismo.

Se advierte en toda su obra indudables influencias de escritores como William Faulkner, Henry James, Herman Melville, Franz Kafka, Samuel Beckett y algunos autores de la antigüedad clásica, en especial de los historiadores romanos, la bibliografía de la Guerra Civil española y toda la bibliografía bélica, en general, así como los textos bíblicos.

A pesar de los indudables méritos literarios de Benet, murió sin haber recibido ninguno de los grandes premios de las letras españolas. Sólo recibió dos: el Biblioteca Breve de 1969, ya aludido, y el Premio de la Crítica, en 1984, por el primer volumen de Herrumbrosas lanzas. Tampoco obtuvo un sillón de la Real Academia Española, a la que fue presentado sólo una vez, en 1983, pero ganó la candidatura de Elena Quiroga.

Está reconocido como uno de los grandes escritores españoles del siglo XX y su influencia se advierte en muchos escritores actuales, especialmente en Javier Marías, Felix de Azúa y Vicente Molina Foix.



30 septiembre 2014

Julio Cortázar, en el I Centenario de su nacimiento

Julio Cortázar
Ana Alejandre


            El 26 de agosto pasado se conmemoró el primer centenario del nacimiento de Julio Cortázar, nacido en Bruselas, y el 12 de febrero pasado el treinta aniversario de su muerte acaecida en París, ciudad donde residió la mayor parte de su vida.
            Cortázar, escritor, profesor y guionista, uno de los más famosos escritores hispanos y figura indiscutible y señera del boom de la literatura latinoamericana, movimiento de escritores que consiguieron con sus diversas conferencias y encuentros literarios, tanto en Europa como en Estados Unidos, abrirse paso en las editoriales y periódicos europeos, dando así a conocer sus obras mundialmente, pero sin perder sus propias raíces culturales y abriéndose a nuevos temas y estilos.
             Hijo de padres argentinos, fue el destino de su padre en la Embajada argentina en Bélgica el que determinó su lugar de nacimiento en un convulso año en el que se inicia la Primera Guerra Mundial. En dicho permanecería la familia hasta 1918, año en el que regresan a Buenos Aires, ciudad emblemática en el que transcurre  gran parte de la obra cortazariana.
            Su adscripción al Surrealismo a través del estudio de autores franceses, le lleva a escribir obras de narrativa en las que se advierte, además de la profundidad en el tratamiento de la psicología de los personajes y el análisis de las emociones y sentimientos, la gran formación intelectual de la que hace gala. Se siente fuertemente influenciado por Jorge Luís Borges, su compatriota y escritor de culto.
            Comienza en 1935 la carrera de Filosofía y Letras y da clases, aunándolo con las primeras críticas literarias que publica y sus primeros sonetos con el título de Presencia (1938), publicados con el pseudónimo de Julio Denis. Fue profesor de Lengua y Literatura francesa en varios institutos de la provincia de Buenos Aires, y después en la Universidad de Cuyo, aunque tuvo que abandonar dicha actividad docente por problemas políticos y, a partir de entonces, empieza a publicar sus artículos y relatos en revistas literarias. Después de conseguir el título de  traductor oficial de francés e inglés, marcha a París, en 1951, y comienza a trabajar en la UNESCO como traductor.
            Obras de esos años son Los reyes (1949), poema en prosa  inspirado en la leyenda del Minotauro. El tema del laberinto  vuelve a surgir en Los premios (1960), Gran parte de su obra está influenciada por el surrealismo del que fue siempre un gran entusiasta, como se dice anteriormente, y en ella retrata al mundo como un lugar laberíntico del que el ser humano debe intentar escapar a toda costa.
            Entre las colecciones de cuentos más conocidas se encuentran Bestiario (1951), Las armas secretas (1959), uno de cuyos relatos, “El perseguidor",  es  un referente obligado de toda  su obra; Todos los fuegos el fuego (1966); Octaedro (1974). La fama sólo le llegó con u obra maestra Rayuela (1963) que es un giro de tuerca al género novelístico y que marca un hito en la novela del siglo XX.
            Otras obras de difícil clasificación, pues están entre  el relato y el ensayo, son Historias de cronopios y de famas (1962), formadas por narraciones breves que afirman la necesidad ineludible de "ablandar un poco el ladrillo todos los días”, que es igual que decir que hay que huir y romper la dura inflexibilidad de los lugares comunes, y dejar paso a la imaginación y la fantasía que las convenciones sociales rechazan de plano e impiden conseguir, Así también, La vuelta al día en ochenta mundos (1967) o Último round (1969), títulos que están escritos como libros de misceláneas, formados por un contenido variopinto: poemas, cuentos, citas literarias, recortes periodísticos, textos anónimos o pintadas recogidas de la calle. A todo ello, se suman los poemarios Pameos y meopas (1971) o Salvo el crepúsculo (póstumo, 1985).
            Otros títulos son y Queremos tanto a Glenda (1980) o Un tal Lucas(1979) y Los autonautas de la cosmopista (1983)  este último de su miscelánea. Ésta obra fue escrita en colaboración con su tercera y última esposa, Carol Dunlop
            Cortázar brilla con luz propia a través de su obra con la que creó una escuela porque realizó sorprendentes propuestas tanto en la técnica narrativa como en el lenguaje, aprovechando el lenguaje coloquial, así como su creación constante de atmósferas sugerentes, inquietantes y fantásticas, en un paralelismo muy acusado con Jorge Luis Borges.
            Con Cortázar el cuento viene a recobrar el ritmo de la oralidad y, con ello, regresa al origen del cuento, ya que si son leídos en voz alta adquieren otro significado más pleno y sugerente. Es tal la maestría de Cortázar que consigue en sus cuentos que el lector quede atrapado en ellos, a pesar de las digresiones, de la atmósfera fantástica alejada de la realidad,  así como del tono insólito de dichas narraciones, del humor que subyace en ellas y del siempre presente misterio que les confiere una fuerte e ineludible atracción, por lo que el lector convierte en su imaginario la inverosimilitud de lo narrado en algo creíble y verosímil. Todo ello gracias a la magia narrativa de este maestro del cuento y la novela.
            Cortázar también escribió ensayos breves, como Algunos aspectos del cuento -siguiendo así la tradición iniciada por Edgard Allan Poe-, en el que matiza las diferencias existentes entre la novela, a la que concibe como la narración de varios sucesos continuados, y el cuento que es un único acontecimiento sobre el que gira los actos del personaje y los restantes elementos que configuran la narración, como son la metáfora -toda narración es una historia que sirve de metáfora para expresar la idea que quiere transmitir el autor-, el símbolo o las alusiones a ciertas situaciones, objetos o personas que van sirviendo para crear pistas falsas, insinuaciones ambiguas -que son las que crean el suspense o tensión de la narración-, pero sin descubrir nunca el fin o desenlace que tiene que ser siempre sorpresivo.
            De ahí la famosa frase de Cortázar cuando afirma, utilizando el lenguaje boxeístico, que "la novela gana por puntos y el cuento gana por K.O.".  Por ello, insiste en la necesidad de la condensación en el cuento y afirma que no existen temas importantes ni insignificantes, sino que todo tema puede ser objeto de un cuento según el tratamiento literario apropiado que se le dé, para lo que pone de ejemplo al gran maestro ruso del cuento Chéjov.
            Otro de sus recursos estilísticos, además de mezclar constantemente realidad y ficción, es la llamada  mise-en-abîme,  que viene a ser como cuentos anidados, es decír, un cuento que contiene otro más, recurso que fue muy utilizado por Cortázar con su indudable maestría.
            Viajero impenitente, visita Cuba en los años sesenta, estancia  que le marcó profundamente,. A partir de entonces, apoya a líderes políticos como Fidel Castro, Salvador Allende o Carlos Fonseca Amador. También, forma parte del Tribunal Internacional Russell II, en Roma,  que juzgaba las violaciones de derechos humanos en Hispanoamérica. Fruto de esa experiencia fue el libro Dossier Chile: el libro negro. En  Libro de Manuel (1973),  queda patente su compromiso político.
            En 1984 le es concedido el Premio Konex de Honor en Argentina,
            Poco antes de morir, publica su libro de poemas Salvo el crepúsculo (1984). Su ensayo Imagen de John Keats se publica póstumamente en 1996 y, en 2009, Papeles inesperados, obra de miscelánea que encontró su primera esposa, Aurora Bernárdez.
        El 12 de febrero de 1984, falleció en Paris,
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Véase:
Alazraki, Jaime. Hacia Cortázar. Barcelona: Anthropos, 1994.
Puleo, Alicia. Cómo leer a Julio Cortázar. Barcelona: Júcar, 1990.
García Canclini, Néstor. Cortázar, una antropología poética. Buenos Aires: Nova, 1968
González Bermejo, Ernesto. Conversaciones con Julio Cortázar. Barcelona: Edhasa, 1978.
Scholz, Laszlo. El arte poética de Julio Cortázar. Buenos Aires: Castañeda, 1977.


03 octubre 2012

CARLOS FUENTES




por Ana Alejandre

Carlos Fuentes, escritor
Nació el 11 de noviembre de 1928 en Panamá, país en el que estaba destinado su padre al principio de su carrera diplomática como embajador de México. Después, en la década de los treinta, se trasladó con su familia a EE.UU, por haber sido su padre destinado en Washington D.C., por lo se integró y educó dentro de la vorágine del sistema de vida americano.

Empezó a estudiar la Historia y Geografía de México ayudado por su padre, lo que le hizo tener una idea utópica de su país de origen paterno, lo que era producto de su propia y privilegiada situación como hijo de diplomático rodeado de toda clase de lujos y comodidades en la ciudad más elitista de toda Norteamérica.

Desde muy joven fue un lector voraz, y tenía como autor de cabecera a Marl Twain; además de otros autores.

Por la profesión de su padre, la familia se trasladó a Chile y Argentina, países en los que pudo llegar a conocer y a tratar como Pablo Neruda y David Alfaro Siqueiros.

Estudió Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde conoció al profesor español por entonces exiliado Manuel Pedroso, que le influyó notablemente en su vocación literaria. Se trasladó a Europa para estudiar Derecho Internacional en la Universidad de Ginebra. En dicho país conoció a Octavio Paz, cuyas obras Libertad bajo palabra y El laberinto de la soledad le produjeron una profunda conmoción e influencia. Fue en Ginebra donde profundizó mucho en su visión de la literatura.

Desde regreso a México, Fuentes empezó a ser consciente que estuviera donde estuviera y cuál fuera su obra, el español debía ser la lengua en la que se expresara y Latinoamérica sería el escenario cultural de su obra.

Comienza publicar en la revista Medio Siglo con sus compañeros de generación, Salvador Elizondo, González Pedrero, Flores Olea y Sergio Pitol. Fundó y dirigió con Emanuel Carballo la Revista Mexicana de Literatura (1955-1958) y codirigió con Luis Villoro, Francisco López Cámara y Jaime García Terrés de El Espectador (1959-1960), revista política muy influyente. 

En 1954 publica Los días enmascarados. Para los miembros de la generación de Fuentes, el verdadero problema era llegar a conocer en profundidad la tradición e historia mexicana que estaba perjudicada por la nula enseñanza que recibían los alumnos de secundaria, y que él mismo tuvo que padecer, a los que se educaba en unas deformantes y perniciosas formas de nacionalismo. Un maestro de corte marxista le dijo a Fuentes en cierta ocasión que la lectura de Kafka era antinacionalista, al igual que le dijo un crítico fascista.

En 1958 publica La región más transparente, en la que recrea el México de los años cuarenta y cincuenta, pero el país que Fuentes recrea es un México imaginario. Lo mismo hizo en "Cristóbal Nonato" (1987), sobre el México de los años ochenta y noventa. Fuentes pensaba que el Londres de Dickens y el París de Balzac no hubieran sido conocidos, si estos autores antes no los hubieran imaginado y descrito.

En 1959 publica sus primeros cuentos titulados Los días enmascarados, reunidos en la Colección Los Presentes.

Fue becario del Centro Mexicano de Escritores (1956-1957) y realizó un gran número de adaptaciones cinematográficas, tanto de obras suyas como de otros autores, por ejemplo, de Juan Rulfo. Así mismo, colaboró con los más relevantes suplementos culturales y periódicos de México y del extranjero. Conoció en París a Julio Cortázar y a Mario Vargas Llosa, en 1963, y al año siguiente, conoció y mantuvo amistad con Gabriel García Márquez, con quien escribió en varios guiones de cine. 

Durante los años sesenta residió en París, Venecia, Londres y México. En 1962 escribe Aura, novela cuya singularidad es que en ella nunca resolvió un enigma, como guiño intelectual dirigido a los lectores, porque lo esencial para Fuentes era la aceptación de que en esa obra existía un enigma.

En estos años publicó incansablemente títulos como Las buenas conciencias (1959), Aura(1962), La muerte de Artemio Cruz (1962), Cantar de ciegos (1964), Zona Sagrada (1967), Cambio de piel (1967), Cumpleaños (1969), La nueva novela hispanoamericana (1969), El mundo de José Luis Cuevas (1969),Todos los gatos son pardos (1970), El tuerto es rey (1970)
Casa con dos puertas (1970),Tiempo mexicano (1971). Además, escribió algunas obras de teatro.

En la década de los setenta estuvo en el Instituto Woodrow Willson de Washington. Fue embajador de México en Francia (1972-1978).

Aunque no abandonaba su dedicación literaria, ocupó varios cargos administrativos y diplomáticos. Fue embajador de México en Francia de 1975 a 1977, cargo al que renunció cuando supo que Gustavo Díaz Ordaz, ex Presidente de su país, fue nombrado embajador de México en España, ya que era el asesino del movimiento estudiantil del 68 en Tlatelolco. Ha vivido en Europa y Estados Unidos, bien como profesor invitado o en su cargo diplomático representando a México. Ha sido profesor en las más importantes universidades de México y de otros países: universidades de Columbia, Harvard, Brown, Princeton, Pennsylvania (Estados Unidos) y ocupó la cátedra Simón Bolívar en la Universidad de Cambridge.

Ha sido miembro de El Colegio Nacional desde 1974 y de la American Academy and Institute of Art and Letters desde 1986. Ha colaborado en los más importantes medio de comunicación, y ha dado numerosas conferencias e intervenciones televisivas.

Recibió el Premio Nacional de Ciencias, en 1984, y en 1987 se le otorgó el Premio por su gran popularidad y aceptación del público.

En 1994 presenta su novela Diana o la cazadora solitaria, obra de carácter autobiográfico en la que refleja el México de la década de los sesenta.
En España se publicó su obra Nuevo tiempo mexicano (1995) en la que trata sobre la revuelta de Chiapas. En 1997 publica La frontera de cristal, colección compuesta por nueve relatos relacionados entre sí, y cuyo nexo son los encuentros y desencuentros entre Estados Unidos y México. Publica El espejo enterrado, volumen de ensayos basado en una serie televisiva que escribió, donde trata sobre lo que él mismo define "la biografía de mi cultura".
Publicó Retratos en el tiempo (1998) junto a su hijo, en el que aparecen las semblanzas, a través de la imagen y la palabra, de 25 personajes. A finales de 1998, publicó Los años con Laura Díaz, y a principios del 2000 publicó una recopilación de fragmentos de toda su obra narrativa en Los cinco soles de México, memoria de un milenio.

Sus obras han sido traducidas a varias lenguas y han tenido múltiples y continuas reediciones.

Fue galardonado con Premio Cervantes en 1987 y el Príncipe de Asturias en 1994, en lo que se refiere a España entre otros muchos galardones internacionales.

Falleció en la ciudad de México el 15 de mayo de este año, a los 83 años de edad. Su figura es reconocida como una de las principales entre los autores de la literatura latinoamericana.