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29 enero 2013

, La sonrisa etrusca, José Luís Sampedro


La sonrisa etrusca
José Luís Sampedro
Alfaguara

por 
Ana Alejandre

Esta novela, inspirada en el único nieto del autor, nacido en 1980, es una de las más importantes de la producción literaria de un escritor prolífico como es Sampedro, pero que consigue el éxito mayoritario con esta obra en la que su protagonista, un campesino calabrés que visita a sus hijos en Milán para someterse a unos exámenes médicos que le diagnosticarán una gravísima enfermedad.

La narración gira alrededor de las relaciones que mantiene el viejo protagonista con dos personas distintas en edad y condición, pero unidas por el nexo común de que ambas le descubren un universo nuevo de emociones, la primera protagonizada por su propio nieto que le ayuda a comprender la ternura y a asumirla como un valor imprescindible en la vida; y, la segunda, la de una joven mujer que le hace descubrir sensaciones y un nuevo y gozoso sentimiento amoroso que le transforma su vida, haciéndole añicos sus antiguas ideas y su escala de valores.

La novela se estructura en dos vías distintas que se entrecruzan y enlazan, pero siguiendo un orden aleatorio que siempre está al servicio de lo narrado, y con un ritmo vivo y alternando una vía y otra, lo que dinamiza toda la narración. Todo ello confluye en una situación en la que el protagonista, un anciano que cree llegado el final de su vida, va descubriendo, con asombro y emoción una nueva manera de vivir y sentir a través de un niño, su nieto, y una mujer en la que plasma un amor maduro y sugerente, unido a un espacio desconocido y nuevo para él, lejos de su tierra natal, lo que conforma un entramado en el que el personaje central vive y revive en él emociones intensas y reconfortantes en el frío invierno de su vejez.

La obra está escrita con una ternura que emana del rico lenguaje de toda la obra, además de una extrema lucidez con la que va describiendo la psicología de los personajes, pero sobre todo descubre el conocimiento que la larga experiencia vital de su autor le confiere para analizar situaciones y vivencias que ponen de manifiesto la exquisita sensibilidad de un autor que refleja su hondo humanismo en todas sus obras.

La sonrisa etrusca se considera, por muchos de sus estudiosos, su obra maestra y la que le valió el aplauso y el reconocimiento del público, lo que le alzó en la lista de los grandes novelistas españoles contemporáneos.

Es una obra encuadrada en el estilo realista, con un tiempo narrativo lineal que transcurre en unos sesi meses aproximadamente.
Sampedro no se ajusta a ningúna de las corrientes literarias actuales, y conserva el estilo propio de un escritor que cuenta las historias con claridad, sencillez y sin alambiques. En su prosa se advierten ecos de escritores de la Generación del 98, de la línea de Unamuno y Azorín, con el verbo justo y el adjetivo adecuado. La narración descansa sobre la propia historia que transcurre con sencillez y no en la estructura narrativa más vanguardistas. Cuenta lo que quiere contar sin biscar efectos narratovos más allá de lo narrado de los personajes y sus vivencias que articulan así la estructura de la novela sin artificios.