Las ráfagas de la creatividad
Muchas veces a la inspiración o idea matriz de la que nace la obra literaria viene después de mucho tiempo de trabajo estéril en el que el escritor en cuestión se siente como “vacío” de ideas. Otras muchas, sin embargo, esa idea que es el germen del que saldrá el texto final viene a ráfagas, sin que quien escriba sepa muy bien de dónde o por qué le llega esa idea que le deslumbra y que después se apaga, como una ráfaga de luz en la oscuridad. De ahí viene, después, el trabajo de cada escritor para conseguir que esa luz primera vuelva de nuevo a indicarle el camino a seguir, aunque sea a fogonazos que intentará que se vayan sucediendo, unos a otros, hasta alumbrar todo el paisaje de su propia y peculiar creatividad hasta que culmine en la obra literaria final.
En esta ocasión, expongo lo que el escritor Truman Capote, decía de esas ráfagas de inspiración que le llegaban hasta que las convertía en un nuevo libro:
Ana Alejandre
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Las ráfagas de Truman Capote:
"Invariablemente tengo la ilusión de que la acción de una historia - el comienzo, el medio y el finaltiene lugar toda a la vez en mi mente... que la veo toda entera en un instante. Pero a la hora de ponerla en marcha, de escribirla, ocurren infinitas sorpresas. Gracias a Dios, porque la sorpresa, ese giro, la frase que llega de ninguna parte en el momento justo, es el beneficio inesperado, ese pequeño empujoncillo regocijante que va manteniendo en pie al escritor.
Hubo un tiempo en el que solía utilizar cuadernos de notas para escribir bocetos de historias. Pero me di cuenta de que hacer esto era un poco como matar la idea de antemano en la imaginación. Si el concepto es lo suficientemente bueno, si de verdad te pertenece, entonces puedes olvidarlo... te perseguirá hasta que 1o escribas:"
Nota.- El texto entrecomillado ha sido publicado en la obra “Taller de Escritura”, Vol. Secretos y Recursos de la Creatividad, Ed . Salvat
Las ráfagas de Truman Capote:
"Invariablemente tengo la ilusión de que la acción de una historia - el comienzo, el medio y el finaltiene lugar toda a la vez en mi mente... que la veo toda entera en un instante. Pero a la hora de ponerla en marcha, de escribirla, ocurren infinitas sorpresas. Gracias a Dios, porque la sorpresa, ese giro, la frase que llega de ninguna parte en el momento justo, es el beneficio inesperado, ese pequeño empujoncillo regocijante que va manteniendo en pie al escritor.
Hubo un tiempo en el que solía utilizar cuadernos de notas para escribir bocetos de historias. Pero me di cuenta de que hacer esto era un poco como matar la idea de antemano en la imaginación. Si el concepto es lo suficientemente bueno, si de verdad te pertenece, entonces puedes olvidarlo... te perseguirá hasta que 1o escribas:"
Nota.- El texto entrecomillado ha sido publicado en la obra “Taller de Escritura”, Vol. Secretos y Recursos de la Creatividad, Ed . Salvat