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30 septiembre 2007

Bienvenida


Bienvenida

Después de un silencio de varios meses y con el paréntesis veraniego de todos los años, A vuelapluma vuelve a iniciar sus actualizaciones, y te da la bienvenida a este blog escrito para quienes se interesan por el mundo literario y sus avatares.


Por haber fallecido el extraordinario escritor y periodista Francisco Umbral, el 28 de agosto pasado, en Boadilla del Monte, quiero dedicar esta edición a su figura, incluyendo su biografía, la relación de sus obras, así como el comentario de su último libro Amado siglo XX, ya publicado en A vuela pluma en la edición anterior, con ocasión de su publicación, por considerar a dicho libro de recomendable lectura y al que definía Umbral como su obra última, a modo de despedida, porque ya vislumbraba que la muerte lo acechaba.


Naturalmente, esta obra, por ser la última y constituir un ensayo riguroso, magistral y encomiable, es un libro imprescindible ya que muestra a ese amado siglo XX visto desde su perspectiva y lo que fue y significó para Umbral, como escritor y pensador comprometido, a través de sus más importantes figuras del mundo cultural y literario, lo que le constituye, sin duda alguna, en un testamento prodigioso que, unido al resto de la prolífica obra de este autor, conforma un inigualable legado literario y periodístico en el que este escritor escribe algunas de las mejores páginas de la literatura y el periodismo español del siglo XX.


Con la muerte de Umbral, la literatura española se queda huérfana de su pluma prodigiosa, de sus análisis certeros vertidos en la columna diaria de uno los más importantes periódicos españoles y de sus creaciones literarias en las que brillaba siempre una de las mejores prosa de las letras españolas de todos los tiempos.


Descanse en paz.


Ana Alejandre


Copyright 2007,. Reservados todos los derechos

FRANCISCO UMBRAL

Nacido el 11 de mayo de 1934 en Madrid, pero desde muy niño vive en Valladolid su nombre verdadero era Francisco Pérez Martínez. Comenzó su andadura periodística bajo la tutela de Miguel Delibres, colaborando con El Norte de Castilla desde 1958 .Después compaginaría su trabajo en el Diario de León con el de una emisora de radio leonesa. De formación autodidacta, desde muy joven se dedicó a la escritura de una forma apasionada al igual que era un lector impenitente. Se traslada a Madrid en 1961 donde comienza su colaboración en publicaciones como Estafeta Literaria y Mundo Hispánico y muchos años después comenzaría a colaborar en los mayores y más importantes diarios del país como son El Mundo, El País o ABC.. Ha sido en El País donde ha escrito su crónica diaria en los últimos años, con su estilo inconfundible. Sus influencias literarias son varias y distintas pero pueden sobresalir la de Francisco de Quevdo, Mariano José de Larra, Valle-Inclán y Ramón Gómez de la Serna, por citar a los escritores de quienes reconocía ser admirador y lector incansable. Por eso, su personalidad en la que se entremezclaban los tintes castizos del más puro madrileñismo, pero siempre bajo la actitud y el porte de un dandy, todo ello aderezado con la acidez y la ironía de sus artículos periodísticos y la actitud autosuficiente y, para algunos pedante, que lo convertían siempre en una figura controvertida, pero a quienes sus propios enemigos no dejaban de admirar la prosa acerada, certera y deslumbrante que le ha hecho famoso y con la que ha compuesto algunas de las mejores páginas de la literatura y el periodismo español del siglo XX. Umbral tiene una extensa obra, pues ha sido un autor prolífico en los diferentes géneros como son la novela, el ensayo y el artículo periodístico y comenzó a publicar a mediados de los años 60. En 1964 obtuvo el Premio Gabriel Miró de cuentos y también en esos años aparecieron los primeros títulos de este gran escritor como son Balada de gamberros, (1965), la colección de relatos Tamouré, también en el mismo año, Travesía de Madrid (1966), Las vírgenes (1969), y Si hubiéramos sabido que el amor era eso (1969). Fue a partir de 1970 cuando fueron publicadas las obras más emblemáticas de este autor como es El Giocondo (1970), Las europeas (1970), Lola Flores. Sociología de la petenera (1971); el libro autobiográfico: Memorias de un niño de derechas (1972); Los males sagrados (1973); Spleen de Madrid (1973), Carta abierta a una chica progre (1973), Diario de un snob (1974), Crónica antiparlamentaria (1974), Museo nacional del mal gusto (1974); Las españolas (1974); Suspiros de España (1974); La guapa gente de derechas (1975), Diario de un español cansado (1975); España cañí (1975); Cabecitas locas, bocas pintadas y corazones solitarios (1975); Las ninfas (1975) con la que ganó el premio Nadal de ese año; Mortal y rosa, novela que marca un hito en la obra de este prolífico autor porque está inspirada en su único hijo "Pincho", muerto de leucemia a los sesis años; España de parte a parte (1975); Iba yo a comprar el pan (1976); Mis paraísos artificiales (1976); El hijo de Greta Garbo; Teoría de Lola y otros cuentos (1977); Tratado de perversiones (1977); La noche que llegué al Café Gijón (1977); Los ángeles custodios (1978); Los amores diurnos (1979) y Diario de un escritor burgués (1979) La década de los ochenta se incia para Umbral con el Premio González Ruano de Periodismo que le jes concedido en ese año. Entre los libros publicados en esa década se pueden citar a Teoría de Madrid (1980), Los helechos arborescentes (1980); A la sombra de las muchachas rojas (1981); La bestia rosa (1981); Crímenes y Baladas.Antología de prosas líricas (1981); Las ánimas del purgatorio (1982); Diccionario cheli (1982); Las giganteas (1982);Trilogía de Madrid (1984); La belleza convulsa (1985); La fábula del falo (1985); Pío XII, la escolta mora y un general sin un ojo (1986); El fetichismo (1986); Memorias de un hijo del siglo (1986); Guía de la postmodernidad (1987); Sinfonía borbónica (1987); Nada en domingo (1988);, Un carnívoro cuchillo (1988); El día que violé a Alma Mahler (1988); El fulgor de Äfrica (1989) y Guía irracional de España (1989).
Fue en la década de los noventa cuando Umbral cosechó grandes premios como el Premio Príncipe de Asturias, en 1996, o el Nacional de las Letras en 1997 También en esa década escribió Y Tierno Galván ascendió a los cielos (1990); El socialfilipismo: la democracia detenida (1991); Crónica de esa gente guapa:: memorias de la jet (1991); Leyenda del césar visionario (1991), cuyo libro consiguió el Premío de la Crítica de dicho año; Tatuaje (1991; Del 98 a don Juan Carlos (1992); Memorias eróticas (1992); Memorias republicanas (1992); Madrid 1900. Memorias de un joven fascista (1993) La década roja (1993. Además también publica la recpilacciónde sus artículos titulada Mis placeres y mis días (1994); Los placeres de la tribu (1994);La rosa y el látigo (1994); Las señoritas de Avignon (1994); Diccionario de la literatura (1995); Madrid 650 (1995);Capital del dolor (1996); La derechona (1997); La forja del ladrón (1997) e Historias de amor y Viagra (1998). Sus últimos líbros, ya en la década del 2000 han sido los títulos: El socialista sentimental (2000); Madrid, tribu urbana (2000) y Las ligas de Madam Bovary (2003). Además de esa prolífica obra narrativa, ha escrito obras de ensayo sobre dterminadas figuras literarias como son: Larra, anatomía de un dandy (1965); sobre García Lorca, titulado: Lorca, un poeta maldito (1968); Lord Byron (1969) y, por último , uno sobre Valle-Inclán con el título de: Valle-Inclán: Los botines blancos de piqué (1997). En el año 2000 le fue concedido el Premio Cervantes, último galardón literario que recibió en vida.
Francisco Umbral murió la madrugada del 28 de agosto de 2007, víctima de un fallo cardiorespiratorio. Sus cenizas resposan junto a los restos de su único hijo "Pincho", muerto muchos años atrás y cuya muerte le marcó para siempre. Descanse en paz.
Ana Alejandre
Copyright 2007,. Reservados todos los derechos

Francisco Umbral visto por otros escritores



Aunque el talento y el estilo de Umbral no es discutible para nadie que tenga un mínimo de conocimientos literarios, en esa dualidad de luces y sombras que todo ser humano tiene y proyecta ante los demás, también tiene algunos detractores, en ese ejercicio de la libertad de expresión que en los escritores conforma la parte más sustancial del oficio y que, en su justa medida, es un ejercicio dialéctico entre dos tipos de estilos, de talentos y de forma de entender la literatura y el apasionante oficio de escribir. Estos duelos incruentos, pero no por ello menos feroces, se suele dar mucho entre los escritores de todos los tiempos.

Así que para ilustrar la imagen que tenía y tiene Pérez-Reverte de Umbral, porque la muerte no cambia la opinión sobre los fallecidos y sólo las suaviza en las formas, expongo a continuación un artículo publicado en la fecha y publicación que se indican, casi dos años antes del fallecimiento de este último, y que firma Arturo Pérez-Reverte, otro excelente escritor y periodista con el que Umbral mantuvo, durante un cierto tiempo, un combate dialéctico y del que sirve de muestra este artículo que se expone a continuación:

Naturalmente, por ser la opinión de Pérez-Reverte sobre el escritor fallecido y quien tiene ahora la palabra, no corresponde hacer ninguna matización ni comentario al respecto, ya que sólo cabe leer estas líneas apasionadas, irritadas y siempre sinceras de otro escritor muy conocido por todos y que cuenta con innumerables adeptos, estemos, o no, en todo o en parte de acuerdo con lo que en ellas dice.

Te corresponde a ti, lector, sacar tus propias conclusiones de un texto que no tiene desperdicio alguno.



Artículo de Arturo Pérez-Reverte
( publicado en el suplemento “El Semanal” en el 27/11/05)

Hace años tuve una polémica con Francisco Umbral que acabó cuando escribí un artículo titulado Sobre Borges y sobre gilipollas, donde el gilipollas no era Borges. Desde entonces, en lo que a mí se refiere, Umbral ha permanecido mudo; cosa que en un teclista con su logorrea –«escribe como mea», dijo de él Miguel Delibes– supone un prodigio de continencia. Pero el tiempo pasa, la edad termina aflojándole a uno el muelle, y ahora vuelve a meterme los dedos en la boca. El estilo, o sea. Al maestro de columnistas no le gusta mi estilo literario, y le sorprende que se lean mis novelas. También, de paso, le parece inexplicable que nadie lea las suyas, ni aquí ni en el extranjero. Que fuera de España no sepan quién es Francisco Umbral, eso dice tenerlo asumido: su prosa es tan perfecta, asegura, que resulta intraducible a otras lenguas cultas. Pero no vender aquí un libro lo lleva peor. No se lo explica, el maestro. Con su estilo. Así que voy a intentar explicárselo. Con el mío.
Francisco Umbral tiene –y nos lo recuerda a cada instante– la mejor prosa de España. También cultiva una imagen, más social que literaria, inspirada en el malditismo narcisista y la soledad del escritor incomprendido y genial. Pero eso es cuanto tiene. Nunca pisó una universidad como alumno, ni leyó un clásico, ni tuvo una formación que trascendiera la cita, el plagio entreverado y el picoteo de lo ajeno. La lectura tranquila de sus libros y columnas sólo revela frivolidad superficial, incultura camuflada bajo la brillante escaramuza del estilo. En realidad, Umbral nunca tuvo nada que decir. La idea, el comentario o el libro citados en abundancia aquí y allá –a menudo de forma incorrecta, como ocurre con Borges y la Biblia, entre otros– casi nunca provienen de lecturas directas, sino que delatan la tercería de la revista, suplemento cultural, antología o texto ajeno donde fueron espigados. Sospecho, además, que Umbral anda muy flojo de lenguas, lo mismo vivas que muertas, aunque para el estilo le baste con la que tan bien maneja. Y en cuanto a la gran novela básica, la que forma los cimientos de todo novelista sólido, su ignorancia resulta asombrosa en un escritor de tales pretensiones. Por eso resulta esclarecedor que, en sus innumerables intentos frustrados de novelar, mencione siempre con desprecio a Cervantes, Galdós, Dickens, Tolstoi, Dostoievski o Baroja, y entre los contemporáneos, a Marsé, Mújica Lainez o Vargas Llosa; o que cometa la bajeza de situar al honrado José Luis Sampedro o al dignísimo e impecable Luis Mateo Díez a la misma altura que a Mañas, el chico del Kronen. En esa línea, las universidades sólo valen para algo cuando invitan a Umbral, y le pagan. Igual que los premios literarios, el Cervantes o la Real Academia: sólo tienen prestigio si él los consigue.
Y es que Umbral no escribe literatura: él es la literatura –«Borges y yo», afirmaba sin complejos hace unos años–. Y si la gente no lo lee, es porque a la gente no le interesa la literatura; no porque no le interese Umbral, ni porque repugne, por ejemplo, el sexo turbio que impregna sus novelas; más turbio aún cuando imaginamos al propio Umbral practicándolo. Un personaje de quien Jimmy Gimenez Arnau –que no se diría, en rigor, espejo de virtudes– ha escrito: «Padece cáncer de alma».
La cita no es casual, porque, además de ser un periodista que nunca dio una noticia, de que en sus novelas y columnas no haya una sola idea, y de alardear de una cultura que no tiene, lo que trufa toda la obra de Umbral, desde el principio, es su bajeza moral. La «infame avilantez» que, ya metidos en citas, le atribuyó la poetisa Blanca Andreu. Siempre estuvo dispuesto a despreciar a novelistas ancianos o fallecidos como Gironella, Aldecoa, o el Cela a cuya sombra en vida tanto medró –y a quien dedicó, caliente el cadáver, un librito oportunista e infame, escrito, eso sí, con estilo sublime–, o a insultar y señalar con el dedo a antiguas amantes y a mujeres que le negaron sus favores; aunque esto lo hace sólo cuando no pueden defenderse y sus maridos están muertos o en la cárcel. Tan miserable hábito no lo mencionaría aquí de limitarse a lo privado; pero es que Umbral tiene la bajunería de salpicar con él su literatura. Su bello estilo. A todo eso añade una proverbial cobardía física, que siempre le impidió sostener con hechos lo que desliza desde el cobijo de la tecla. Pero al detalle iremos otro día. Cuando me responda, si tiene huevos. A ver si esta vez no tarda otros cinco años. El maestro”.

Comentarios de una lectora


Amado siglo XX,
de Francisco Umbral,
Planeta, 2007:


Según decía en la reseña de esta obra imprescindible, este libro parece que es la despedida literaria de un autor prolífico y brillante que llena buena parte de la historia de la literatura española y del periodismo de la segunda mitad del siglo XX, título éste que adopta este libro en el que el autor hace un repaso nostálgico, tierno y sin atisbos de revanchismos ni rencor, pero sí de cierta nostalgia y compresión de todos y cada unos de los personajes que fueron y son, algunos al menos, parte imprescindible de esa misma historia que Umbral recrea a través de sus agudas y lúcidas observaciones de esa parte de la historia que conoce -y reconoce también como una parte de su propia vida-, y en los capítulos dedicados a aquellos personajes con los que parece no haber tenido nunca una especial comunicación o armonía, como puede ser el del dramaturgo Francisco Nieva, cuando afirma sin rencor que siguen sin saludarse mutuamente, añadiendo que “una tontería de cien años sigue siendo una tontería”, o bien en el apartado dedicado a esa figura estelar del pensamiento español como es Francisco de Ayala, cuando dice de él que "Ayala tiene ahora algo de pila agotada, pero es que lo tenía ya a los 30 años, si mal no recuerdo", aunque, a modo de disculpa añade con tono de regañina dirigida a sí msimo "Uno tiene algo de cómico viejo. En lo de Ayala hay mucho dolor de lo mío y por eso me he ensañado, sigamos.. En realidad estaba hablando de mí y que el lector me perdone”.

A pesar de que los pasajes más agrios o duros los dirige contra Unamuno, entre otros, al que califica de “fascista”, pero añadiendo como nota disculpatoria de lo dicho antes que es un fascismo creado por el uso del idioma. También se dirige hacia Laín Entralgo, figura señera del pensamiento filosófico español, calificándolo como “el gran intelectual de la Falange”, a pesar de que después de la muerte de Franco lo califica de “rojo”, cuestionando su ambivalencia política y su dualidad de pensamiento en esta área, aunque añade para quitarle importancia a sus calificaciones que "leído y repetido, siempre nos puede enseñar algo". Es decir, siempre encuentra la disculpa que matiza o suaviza el juicio que realiza de cada personaje, como si intentara pedir perdón, añadiendo que de todo lo dicho en contra de cada uno de ellos siempre se puede encontrar la parte de alabanza y admiración que parece negarle en sus afirmaciones anteriores.

Otros dardos de cierta malevolencia, matizada de ternura, los dirige contra Ortega al que dedica frases como “era un liberal mal acostumbrado por el golf, las marquesas, los amores argentinos y el tabaco", y hacia Franco del que dice que “muere sepultado en la cama como un personaje egipcio de zarzuela”.Hay una parte en la que aparecen los personajes preferidos para este autor, la mayoría escritores o filósofos, cpmp Eugeni D’Ors, García Lorca, Proust y un personaje extraño y diferente entre ese grupo de intelectuales como es el de Jaime de Marichalar, al que le concede tintes proustianos por su evidente soledad.Umbral tiene una visión dual de esta parte de la historia, de la que es partícipe señero en la vida intelectual española, porque su mirada va desde el interior al exterior y a la inversa, es decir, se ve también a sí mismo y reflexiona sobre su propia condición como si su mirada fuera externa y medita con distanciamiento sobre su propio y personal estilo literario, su deseo evidente de protagonismo, pero todo ello escrito con una humildad sorprendente en este singular personaje y brillante escritor que advierte al lector desde el principio de que "no vamos a ser historiadores de lo grande, sino cronistas de lo minutísimo, quede el lector advertido de que en este libro impera lo insignificante". Es decir, Umbral hace, en esta obra, personalísima y extraña, un acto de extrema sinceridad, sin atisbos del menor deseo de vanagloria ni revanchismo, porque en esta obra se nos muestra el Umbral más humano, sencillo, sincero y melancólico de todos.

Este escritor tan singular y de personalidad acusada que mezcla la prosa exquisita y directa, propia de un gran conocedor y practicante del más puro estilo periodístico, y con el toque de romanticismo trufado de un cierto aire machista por sus afanes por las “adolescentes peripatéticas”, machismo al que negaba en su propia escritura al afirmar que “se es machista, cuando se deja de ser macho”, y con el dandismo evidente en su propia y personal indumentaria, bufanda blanca en cualquier época, amigo de marquesas y asistente asiduos a los actos de una vida social que denostaba, en una contradicción evidente de un talante personal complejo, se puede decir que este libro es quizás la mirada nostálgica de quien siente el paso del tiempo y quiere dejar constancia de lo mucho que ha vivido, escrito, leído y conocido de un mundo en el que ha sido testigo y protagonista, a la vez, y del que, quizás, se despide suavemente y sin estridencias, dejando constancia de su pluma magistral en la que resuenan los ecos nostálgicos de un escritor que quizás siente la evidencia de que aún le falta por escribir su “gran obra”, lo que tanto le reprochaba Laín Entralgo, y que piensa, o sospecha, que el punto y final de su obra, la mejor, parafraseando a Oscar Wilde, será el que ponga fin a su propia existencia, porque su obra maestra es su propia vida.



Ana Alejandre


Copyright 2007,. Reservados todos los derechos

22 abril 2007

Noticias literarias


La primavera ha llegado trayendo infinidad de eventos, novedades y premios literarios, con la dinámica que este sector siempre tiene, pero aumentada por la Feria del Libro y sus múltiples ofertas para el visitante-lector.


Por ello, en este espacio vamos a comenzar por hablar de los premios y premiados literarios que inundan con sus nuevas propuestas narrativas, o de ensayos, las siempre repletas librerías con nuevos títulos, además de significar un acicate para el escritor que, al fin y al cabo, siempre es quien sale foratalecido del reconocimiento que significa cada premio; y los lectores también se benefician porque encuentra en cada galardón la promesa cierta de otra obra que cuenta con el respaldo de la crítica y del público, lo que siempre es un aliciente añadido para la lectura.



Premios y premiados:



Premio biblioteca Breve a José Manuel de Prada:

Este extraordinario autor de prosa inolvidable ha obtenido el premio Biblioteca Breve, convocado por la editorial Seis Barral, con la obra El séptimo velo, historia de amor y aventuras que tiene como telón de fondo la II Guerra Mundial.

De Prada (Baracaldo, 1970) es autor de obras como la titulada Coños, primera de sus obras publicadas en 1995, inspirada en la obra de Ramón Gómez de la Serna Senos,igalmente es autor de relatos como El silencio del patinador, novelas como La máscara del héroe (1996), La tempestad (1997) que fue Premio Planeta, Las esquinas del aire (2000); Desgarrados y excéntricos (2001) –extraordinario libro de no ficción que fue reseñado en A vuelapluma en ediciones anteriores y que merece ser leídos por todos los amantes de la literatura y sus creadores-, y La vida invisible (2003) Premio Primavera de dicho año.

Este premio obtenido recientemente se sumará a los ya logrados por este extraordinario escritor de prosa deslumbrante y los muchos venideros que cosechará en su trayectoria literaria que se promete larga y fructífera para el deleite de los amantes de la buena literatura.




Premio Primavera 2007


Nativel Preciado, periodista y escritora, ha obtenidoel Premio Primavera de Novela 2007 que convoca la editorial Espasa Calpe junto con Ámbito Cultural, con su novela Olvida el Paraíso. Éste es un premio que está dotado con 200.000 euros.

La finalista de esta edición ha sido Care Santos, con su novela La muerte de Venus. El jurado que en esta undécima edición estaba compuesto por Ana Mª Matute, Antonio Soler, Ángela Lasanta, Ramón Pernas y Pilar Cortés .



Premio Nadal, Felipe Benítez Reyes:


El Premio Nadal , en su 63 edición, se falló en Barcelona, el 5 de enero de 2007.El galardón fue otorgado a Felipe Benítez Reyes (Cádiz, 1960) por su novela Mercado de espejismos y como finalista quedó Carmen Amoraga (Valencia, 1969) con Algo tan parecido al amor.



Benítez Reyes

ha abarcado todos los géneros pero al que se reconoce sobretodo por ser uno de los máximos representantes de la poesía de la experiencia junto a Luis García Montero. Obtuvo el premio Loewe de Poesía en 1992 con su obra Sombras particulares; y el premio ciudad de Melilla, el Nacional de Literatura y el de la Crítica por Vidas improbables, en 1995. Mercado de espejismos es una novela de que intriga histórico-esotérica que nace del encargo a los protagonistas de hacerse con las reliquias de los Reyes Magos.

Algo tan parecido al amor, la finalista, es una novela íntima, donde tres amigas relatan su vida amorosa. Y es la tercera novela de la periodista Carmen Amoraga que consiguió con su debut literario en 1997 el premio de novela Ateneo Joven de Sevilla. Al premio literario más antiguo de España, dotado con 18.000 euros, se presentaron 286 originales. El jurado estuvo compuesto por Germán Gullón, Eduardo Lago, Lorenzo Silva, Antonio Soler, Andrés Trapiello, Antonio Vilanova y el editor de Destino, Emili Rosales.



Eduardo Mendoza premiado por los editores:


Mauricio o las elecciones primarias de Eduardo Mendoza (Seix Barral) ha sido el libro ganador de la VI edición del premio Fundación José Manuel Lara de Novela. que premia a la mejor novela escrita en castellano y lo otorgan doce editoriales españolas. El premio tiene una dotación de 150.000 euros para promoción de la obra.



Las otras obras finalistas fueron:



- Santo Remedio, de Rafael Courtoisie (Lengua de Trapo).
- El coleccionista de almas perdidas, de Irene Gracia (Siruela).
- La voz interior, de Darío Jaramillo (Pre-Textos).
- Últimas conversaciones con Pilar Primo, de Antonio Prometeo (Caballo de Troya).
- En el nombre del cerdo, de Pablo Tusset (Destino).



Durante la cena literario en la que se entregaron los premios también se concedieron los galardones a la obra más vendida a La Catedral del Mar, de Ildefonso Falcones (Grijalbo) y el de la novela mejor acogida por la crítica que fue para la obra Llámame Brooklyn, de Eduardo Lago (Destino).



Mankell, premio Pepe Carvalho:



Henning Mankell (Estocolmo, 1948) ha recibido el primer premio Pepe Carvalho que se entrega en el marco del tercer "BCNegra. El encuentro de novela negra de Barcelona".



El creador del inspector Kurt Wallander, considerado como el más leído de los escritores de novela negra europeos, anunció que muy pronto empezará a escribir un nuevo thriller que será protagonizado por una jueza.



Con motivo de la entrega de este premio mantuvo una charla con sus lectores (unos 750) en el Teatro Romea donde diferentes actores leyeron fragmentos de sus libros. La última obra de Mankell publicada en España es El cerebro de Kenneddy (Tusquets). BCNegra se celebró en Barcelona del 5 al 10 de febrero.





Premio Anagrama de Ensayo para un estudio sobre la pornografía:



Andrés Barba y Javier Montes han obtenido el Premio Anagrama de Ensayo, en su su 35ª edición, y que está dotado con 8.000 euros. con la obra La ceremonia del porno que es un estudio sobre la pornografía y que según los autores han tenido para ella un lugar muy adecuado para su difusión como es Internet aunque tiene ciertos obstáculos debido, al parecer, a las olas de censura y puritanismo. Javier Montes (Madrid, 1976) y Andrés Barba (Madrid, 1975) que fue finalista del premio Herralde de Novela con La hermana de Katia, han escrito conjuntamente este ensayo sobre un género poco apreciado como es el pornográfico. En esta obra se citan a personajes como Sade, Santa Teresa, Bataille, Roland Barthes, Madonna o Martin Amis.


El finalista, Antonio Martí (Valencia, 1968), con su obra Poética del café, un ensayo que trata sobre los cafés como espacios literarios, es profesor de teoría de la literatura en la Universidad de Barcelona,

Noticias literarias (2)

Novedades editoriales


Como es imposible mencionar todas las novedades que inundan incansablemente las librerías en estas fechas por la proximidad de la Feria del Libro, sólo mencionaré unas cuantas escogidas que por su calidad y autores merecen ser tomadas en consideración para los lectores impenitentes que están al margen de modas, best seller y demás sucedáneos de la literatura, la buena, la que no tiene más exigencias que la calidad fuera de tiempo y de tendencias y que representan a tres tipos distintos de estilos, escritores y temas.


Las aquí reseñadas han sido publicadas en el primer trimestre del presente año. Que las disfrutes, lector.

Arthur & George, Julian Barnes, edit. Anagrama, 2007




Un thriller legal de alta calidad a modo de denuncia de las injusticias cometidas por la justicia, aunque también se le puede considerar una novela histórica muy bien documentada, una investigación de dos personalidades opuestas pero complementarias, y también un estudio clínico sobre la dignidad como patología y el entrecruce y choque de la modernidad con la tradición y la contradicción perenne entre la vida campesina o rural y la vida irbana.




Aconsejable su lectura para quienes les gusta la novela con matices históricos y las crónicas en las que existe un tinte nostálgico hacia otros mundos y otras épocas.




Viaje por el Scriptorium, de Paul Auster, edit. Anagrama, 2007:

Para los amantes y degustadores de la obra de Auster no hay que señalar las excelencias de este autor, pero esta obra nos presenta a un Paul Auster que escribe una novela en la que el protagonista principal es la figura del autor, en el personaje de un anciano amnésico, pero escrita a través de la mirada de sus propios personajes que se encarnan para pedirle cuentas por el destino que les marcó a todos ellos.



Es una obra narrativa sobre la propia experiencia del escritor visto por sus personajes y que, por tanto, trasciende la propia narración de toda novela para convertirse en un manual que estudia el propio acto creador de toda obra literaria, pero visto desde los múltiples ángulos de autor-personaje y personaje-autor que le dota una cierta y rara complejidad.



Es, por ello, una obra que debe ser leída después de conocer otras de este mismo escritor para poder entender quienes son los personajes que entran y salen de la historia y la significación que tienen con respecto a la propia trayectoria de la obra y del escritor. Es una novela extraña dentro del complejo mundo de su autor, pero sólo apta para quienes conocen a Paul Auster y pueden comprender la significación de cada personaje, lo que les permitirá entender la trama y la intencionalidad de sus personajes.



Excelente, pero recomendable sólo para los lectores avezados en el mundo de este escritor singular que la disfrutarán sin duda alguna.



Amado Siglo XX, Francisco Umbral, Edit. Planeta, 2007:

Esta obra tiene el estilo inconfundible de Umbral, y sin embargo posee una identidad propia y extraña en el conjunto de la obra de este escritor magistral., quizás porque en ella eletea un tono velado de despedida. Si es una despedida, -lo que en Umbral no se puede saber hasta que transcurra el tiempo-, carece de toda intencionalidad de ajustes de cuenta pero si está matizado este excelente libro de una evidente melancolía y ternura hacia los personajes, todos tan distintos entre sí, en vidas y talantes, que pueblan las páginas de este interesante libro:. desde José Antonio Primo de Rivera a Felipe González, de Ratzinger a González Ruano, Jünger o Cela.

(Ver comentario sobre esta obra a continuación en Comentarios de una lectora:

Comentarios de una lectora


Amado siglo XX, de Francisco Umbral, edit. Planeta 2007:


Según decía en la reseña de esta obra imprescindible, este libro parece que es la despedida literaria de un autor prolífico y brillante que llena buena parte de la historia de la literatura española y del periodismo de la segunda mitad del siglo XX, título éste que adopta este libro en el que el autor hace un repaso nostálgico, tierno y sin atisbos de revanchismos ni rencor, pero sí de cierta nostalgia y compresión de todos y cada unos de los personajes que fueron y son, algunos al menos, parte imprescindible de esa misma historia que Umbral recrea a través de sus agudas y lúcidas observaciones de esa parte de la historia que conoce -y reconoce también como una parte de su propia vida-, y en los capítulos dedicados a aquellos personajes con los que parece no haber tenido nunca una especial comunicación o armonía, como puede ser el del dramaturgo Francisco Nieva, cuando afirma sin rencor que siguen sin saludarse mutuamente, añadiendo que “una tontería de cien años sigue siendo una tontería”, o bien en el apartado dedicado a esa figura estelar del pensamiento español como es Francisco de Ayala, cuando dice de él que "Ayala tiene ahora algo de pila agotada, pero es que lo tenía ya a los 30 años, si mal no recuerdo", aunque, a modo de disculpa añade con tono de regañina dirigida a sí msimo "Uno tiene algo de cómico viejo. En lo de Ayala hay mucho dolor de lo mío y por eso me he ensañado, sigamos.. En realidad estaba hablando de mí y que el lector me perdone”.

A pesar de que los pasajes más agrios o duros los dirige contra Unamuno, entre otros, al que califica de “fascista”, pero añadiendo como nota disculpatoria de lo dicho antes que es un fascismo creado por el uso del idioma. También se dirige hacia Laín Entralgo, figura señera del pensamiento filosófico español, calificándolo como “el gran intelectual de la Falange”, a pesar de que después de la muerte de Franco lo califica de “rojo”, cuestionando su ambivalencia política y su dualidad de pensamiento en esta área, aunque añade para quitarle importancia a sus calificaciones que "leído y repetido, siempre nos puede enseñar algo". Es decir, siempre encuentra la disculpa que matiza o suaviza el juicio que realiza de cada personaje, como si intentara pedir perdón, añadiendo que de todo lo dicho en contra de cada uno de ellos siempre se puede encontrar la parte de alabanza y admiración que parece negarle en sus afirmaciones anteriores.

Otros dardos de cierta malevolencia, matizada de ternura, los dirige contra Ortega al que dedica frases como “era un liberal mal acostumbrado por el golf, las marquesas, los amores argentinos y el tabaco", y hacia Franco del que dice que “muere sepultado en la cama como un personaje egipcio de zarzuela”.

Hay una parte en la que aparecen los personajes preferidos para este autor, la mayoría escritores o filósofos, cpmp Eugeni D’Ors, García Lorca, Proust y un personaje extraño y diferente entre ese grupo de intelectuales como es el de Jaime de Marichalar, al que le concede tintes proustianos por su evidente soledad.

Umbral tiene una visión dual de esta parte de la historia, de la que es partícipe señero en la vida intelectual española, porque su mirada va desde el interior al exterior y a la inversa, es decir, se ve también a sí mismo y reflexiona sobre su propia condición como si su mirada fuera externa y medita con distanciamiento sobre su propio y personal estilo literario, su deseo evidente de protagonismo, pero todo ello escrito con una humildad sorprendente en este singular personaje y brillante escritor que advierte al lector desde el principio de que "no vamos a ser historiadores de lo grande, sino cronistas de lo minutísimo, quede el lector advertido de que en este libro impera lo insignificante". Es decir, Umbral hace, en esta obra, personalísima y extraña, un acto de extrema sinceridad, sin atisbos del menor deseo de vanagloria ni revanchismo, porque en esta obra se nos muestra el Umbral más humano, sencillo, sincero y melancólico de todos.

Este escritor tan singular y de personalidad acusada que mezcla la prosa exquisita y directa, propia de un gran conocedor y practicante del más puro estilo periodístico, y con el toque de romanticismo trufado de un cierto aire machista por sus afanes por las “adolescentes peripatéticas”, machismo al que negaba en su propia escritura al afirmar que “se es machista, cuando se deja de ser macho”, y con el dandismo evidente en su propia y personal indumentaria, bufanda blanca en cualquier época, amigo de marquesas y asistente asiduos a los actos de una vida social que denostaba, en una contradicción evidente de un talante personal complejo, se puede decir que este libro es quizás la mirada nostálgica de quien siente el paso del tiempo y quiere dejar constancia de lo mucho que ha vivido, escrito, leído y conocido de un mundo en el que ha sido testigo y protagonista, a la vez, y del que, quizás, se despide suavemente y sin estridencias, dejando constancia de su pluma magistral en la que resuenan los ecos nostálgicos de un escritor que quizás siente la evidencia de que aún le falta por escribir su “gran obra”, lo que tanto le reprochaba Laín Entralgo, y que piensa, o sospecha, que el punto y final de su obra, la mejor, parafraseando a Oscar Wilde, será el que ponga fin a su propia existencia, porque su obra maestra es su propia vida.



Ana Alejandre


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Al filo de los días


Cuando llega la primavera


La ventana abierta trae olores silvestres con los que la primavera anuncia que ha comenzado a vestir con su traje de vivos colores los parques y campos cercanos. Del jardín llegan ruidos de niños jugando, ladridos de perro y algún vibrante y sonoro toque de claxon, parodiando el tañido ancestral de las campanas. Todo hace pensar que la vida ha vuelto a brotar con su cotidianidad ya conocida pero alimentada con una nueva savia en la que se promete un renacer de los sentidos y de la esperanza que parecía estar adormilada y latente dentro de su fría coraza invernal.

Cierro la ventana, detrás de la que se perfila el suave paisaje de luz azul, mientras pienso que detrás seguirán bullendo las mismas criaturas, los mismo sonidos y olores como cualquier otra primavera anterior y las siguientes. La esperanza del ser humano se renueva cada año, en su ciclo permanente, al unísono de la propia Naturaleza, en ese fluir y refluir que marca la propia existencia en la que nos inventamos nuevos amaneceres cada día para poder seguir esperando a ese milagro, escurridizo y volátil, llamado felicidad y que toque a la puerta; aunque sólo llegada la noche nos demos cuenta de que ese día no ha sido, pero al siguiente, a lo mejor, sí oiremos el aleteo ligero de unos pasos que anuncien su llegada.

Y así, vamos viviendo o, mejor dicho, la vida nos vive y nos consume en una larga espera que es, quizá, la única forma de vivir lo más cercana posible a esa felicidad soñada que siempre parece ignorar nuestra espera y toca en puertas ajenas, olvidando, -quizá por el convencimiento de que todo lo bueno se merece, sin duda alguna, aunque se nos niegue-, que aquélla sólo entra en la morada de quien la aguarda con la puerta abierta de par en par y una sonrisa en los labios, aunque la sonrisa sea a veces un poco escéptica, irónica o desengañada. Sólo así, se está preparado para decir, al verla alejarse: “No, si yo ya sabía que iba a pasar de largo otra vez” sin sentir la bofetada humillante de la decepción. Esa sonrisa de espera, ayuda a aguardar al día siguiente, al mes que viene, o a la primavera próxima, para encontrarla de nuevo, darse de bruces con ella y por fin darle ese largo, largo, abrazo que nunca llega y para el que siempre creemos estar preparados. Para lo único que parece que no lo está el ser humano es para aceptar que a cada primavera le sucede el verano, después el otoño y, por fin, el invierno, al igual que en toda vida se suceden las estaciones, las ilusiones, los desengaños, la enfermedad, la alegría y el dolor en un continuo fluir en el que el mar es la propia vida y las olas que vienen y van son las circunstancias cambiantes; la playa es el tiempo y los seres humanos somos los granos de arenas, infinitos en número, que conformamos ese lecho sobre el que descansa, se extiende y se retira después el insondable mar de la vida que nos deja asombrados, año tras año, con el nuevo renacer de otra primavera en la que, seguramente, la esperanza será lo único que, al renacer, nos hará sentirnos vivos cuando todo lo demás: guerras, catástrofes sin fin, sufrimiento, enfermedad e injusticias, nos hace pensar que el mundo está loco y, por ello, cada uno se siente morir un poco más cada día.

Sólo la luz, el renacer de la Naturaleza nos hace recordar cada año que hay un tiempo también en el que reímos, gozamos y ¿por qué no podremos volver a renacer de nuestras cenizas como el Ave Fénix, de nuestras decepciones, de cada dolor, al igual que vemos resurgir la fuerza de la vida en cada brote tierno, en cada flor, en cada árbol que ofrece su nuevo manto, como una promesa cierta de que todo vuelve a ser posible, hermoso o verdadero en cada primavera? Aunque algo interior nos diga que eso ya no es posible por el devenir inexorable del tiempo, quizás la pregunta en sí, la misma duda, sea el regalo que cada año nos trae el solsticio del 21 de marzo en el que se puede ser, aunque sea por unos breves instantes, otro brote tierno del árbol de la vida, uno más en el que el prodigio de la existencia parece ofrecer el resurgir de la propia vida, muchas veces acompañada de reacciones en forma de alergias, úlceras o depresiones, como recordando que la materia es limitada y tiene que pagar tributo.

El renacer de la Naturaleza es una esperanza nueva en cada vida, esa que vivimos a golpe de estación, de años, meses y días en los que siempre alumbra de nuevo la promesa incierta de un futuro que siempre parece más prometedor a la luz exuberante y vivificadora de cada primavera.




Ana Alejandre



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Otros enlaces de Ana Alejandre


A continuación, se relacionan otros enlaces a webs y blogs de Ana Alejandre, con una breve referencia a su contenido y periodicidad de actualización:

http://www.anaalejandre.com
(Trimestrall, próxima actualización marzo 2007)
(Web dedicada a la literatura en general y con textos varios de su autora)

http://www.abecedarioalejandrino.blogspot.com (quincenal )
(Comentarios sobre política, exclusivamente)

http://www.alejandralia.blogspot.com (bimensual)
(Monográficos sobre aficiones: cine, música, pintura, fotografía, viajes, etc.)

http://www.internalia.blogspot.com (bimensual)
(monográficos sobre escritores no hispanohablantes)

http://www.anaalejandre.blogspot.com (quincenal )
(Crónicas, comentarios, críticas y plácemes sobre la actualidad no política)

http://www.epistolarium.blogspot.com (quincenal )
(Cartas abiertas a personajes públicos, instituciones y personas anónimas)

http://www.en-onda.blogspot.com
(comentarios sobre los medios de comunicación, en especial la televisión)

http://www.ecosmundanos.blogspot.com ((Medios de de comunicación. en especial la prensa y sus protagonistas)

http://www.diariomarginal.blogspot.com (mensual)
(los temas marginales y los marginados por la sociedad)

http://www.humorolandias.blogspot.com ¡¡¡Próximamente!!!
(El humor, sus creadores en todas sus formas de expresión)

http://www.historalia.blogspot.com ¡¡¡Próximamente!!!
(La historia y sus enigmas aún no resueltos)

23 enero 2007

Al filo de los días



Un nuevo año


Después del largo, larguísimo, paréntesis navideño, ahíto de turrones, cava y mazapanes, y del retraso en la actualización de este blog por otras cuestiones, vuelve A vuelapluma en estos días escarchados por el frío y por las noticias políticas terribles matizadas de atentados terroristas y nuevas amenazas a la paz ciudadana, y nos enfrentamos a otro año que, como todos los ya pasados y los venideros, siempre es una promesa abierta y generosa en la que se hacen múltiples proyectos y nacen esperanzas personales y generales de las que el tiempo determinará su posible cumplimiento o la frustración consiguiente a su fracaso; así como los problemas que surgieron en el año anterior, por esa elasticidad que posee el tiempo que no entiende de barreras ni límites artificiales, pasan al nuevo año a través del cauce formado por el simple discurrir de los días, pero casi siempre acompañados por la esperanza incierta de su posible solución, o su fin, acorde con las esperanzas puestas en ello.

De todas formas, cada año es siempre el inicio de una nueva etapa en esta división del acontecer al que llamamos tiempo en la que es posible que se repitan los mismos errores, las mismas frustraciones y también algún que otro logro que dé nuevos bríos para proseguir en la tarea siempre renovada que es vivir y cumplir con los afanes que la propia vida conlleva.

En el plano literario las nuevas obras inundan las librerías en una sucesión infinita de títulos y autores que le aportan al mercado editorial el dinamismo que todo el año tiene, pero que se acentúa en las Navidades en las que los libros son elemento seguro para regalar y recibir, por los que los grandes y medianos sellos editoriales se esfuerzan por llevar hasta los lectores sus novedades que se irán incrementando a lo largo del año, marcando otro hito importante en el ciclo de las superventas editoriales el de la Feria del Libro, evento que atrae a editores, libreros y autores a las casetas ante las que se arremolinan los lectores de todo el año, pero sobre todo los que tienen unos ciclos de lecturas que siempre coinciden con las fiestas navideñas y el certamen librero, por eso de que leer también es una moda estacional y esa misma inercia atrae a los lectores esporádicos ante las nuevas y múltiples ofertas en letra impresa. Siempre es preferible que se vendan y lean los libros, aunque tenga que ser con los ritmos que marcan las diferentes festividades y eventos aunque sean cíclicos y pasajeros, a que no se atraiga a los potenciales lectores a un sector cada vez más hipersaturado como es el del libro, con continuas ediciones y reediciones que ofrecen un amplio abanico de posibilidades al público lector, aunque sea una minoría la que formamos quienes compramos y leemos los libros a lo largo de todo el año sin atenernos a ciclos, festividades o temporadas.

España es el tercer país de Europa en número de libros editados anualmente, pero uno de los que tiene una menor tasa de lectores, por lo que bienvenidos sean cualquier motivo para acercar a los potenciales lectores hasta los libros que es siempre una unión fructífera porque quien lee un primer libro, será lector de un segundo por curiosidad, por interés o por simple seguimiento de la moda imperante de leer tal o cual obra que se ha convertido en referente obligado para quienes gustan de estar a la moda. Ese fue el caso de la obra “El código da Vinci”, de Dan Brown, perfecto resultado de una buena labor de publicidad editorial sin entrar en consideraciones sobre su posible calidad literaria, porque lo importante es que atrajo a un gran número de lectores que nunca antes habían leído un libro de narrativa, aunque en este caso fuera de historia-ficción con todos los ingredientes de suspense, intriga y esoterismo que siempre atrae a un buen número de lectores, aunque sea una obra muy discutible en todos los aspectos.

Por eso, aprovechando el tirón navideño del libro-regalo, hay que desear que quienes han regalado o recibido un libro en estas fiestas pasadas no sólo lo lean, sino que su lectura les incite a leer otros, sean cuales fueran los títulos y autores elegidos, porque la lectura es un hábito que se inicia con un libro y se va a asentando con los siguientes hasta convertirse, poco a poco, en una actividad imprescindible para quien busca en la página de un libro distracción, conocimiento, o simple información, que son siempre las que proporcionan la clave para conocer mejor al mundo en el que habita y al propio desconocido que cada lector es siempre para sí mismo.



Ana Alejandre



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Noticias literarias




Premios y Premiados

Antonio Gamoneda, Premio Cervantes 2006

El más importante premio de las letras en lengua castellana, el Premio Cervantes, ha sido otorgado en su edición 2006 a Antonio Gamoneda, poeta y crítico de arte, figura señera en la poesía española y que con la concesión de dicho premio ha dejado de ser “el sempiterno finalista” a tan alto galardón, como afirmó el poeta al conocer la concesión del Cervantes.

El jurado del Premio Cervantes estaba compuesto en esta edición por Víctor García del a Concha, Juan Gelman, Clara Janés, José Miguel Ullán, Olvido García Valdés, Josefina Aldecoa, Juan Mayorga, José Antonio Pascual, José Rodríguez y Sergio Pitol. El premio está dotado con 90.000 euros y será entregado por el rey el 23 de abril del 2007.


En otro apartado de esta actualización de A vuelapluma se estudia la figura y obra de este insigne poeta.



Premio Herralde de Novela



La XXIV edición del Premio Herralde de Novela, convocada por la editorial Anagrama ha galardonado en esta edición a "La enfermedad" de Alberto Barrera Tyszka (Caracas, 1960) que resultó ser la novela ganadora y "Muerte de un murciano en la Habana" de Teresa Dovalpage (La Habana, 1966) como finalista. Estos dos escritores ya cuentan con dos novela publicadas y con este premio respaldan la buena salud de la literatura latinoamericana ya que son originarias de Iberoamérica un gran número de las 172 obras presentadas a concurso. El jurado lo formaron Juan Cueto, Enrique Vila-Matas, Esther Tusquets, Salvador Clotas y Jorge Herralde.

El premio Herralde está dotado con 18.000 euros y la publicación en la colección Narrativas Hispánicas, por lo que es muy deseado por los escritores españoles y de allende las fronteras.


Premio Nadal

La noche del día de Reyes se falló en Barcelona el Premio Nadal en su 63 edición. El galardón fue otorgado a de Felipe Benítez Reyes (Cádiz, 1960) por su novela "Mercado de espejismos" y quedó como finalista Carmen Amoraga (Valencia, 1969) con "Algo tan parecido al amor"



Benítez Reyes, prolífico autor que ha abarcado todos los géneros, reconocido sobretodo por ser uno de los principales exponentes de la poesía de la experiencia, al igual que Luis García Montero. Fue galardonado con el premio Loewe de Poesía en 1992 con su obra "Sombras particulares"; y con el Premio Ciudad de Melilla, el Nacional de Literatura y el de la Crítica por "Vidas improbables" en 1995.

La obra premiado con el Nadal "Mercado de espejismos" es una novela que ofrece una intriga histórico-esotérica y cuya historia nace del encargo a los protagonistas de hacerse con las reliquias de los Reyes Magos.

A su vez, la novela finalista "Algo tan parecido al amor" es una novela de corte íntimista, que narra la historia de tres amigas que relatan su vida amorosa. Carmen Amoraga, su autora y periodista, ya había escrito otros dos novelas anteriores y consiguió en 1997 el premio de novela Ateneo Joven de Sevilla.



Este premio literario, el más antiguo de España, está dotado con 18.000 euros y a esta edición se presentaron 286 originales. Germán Gullón, Eduardo Lago, Lorenzo Silva, Antonio Soler, Andrés Trapiello, Antonio Vilanova y el editor de Destino, Emili Rosales han sido los componentes del jurado.



Pere Gimferrer, ganador del Premio Octavio Paz



El poeta y escritor Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) ha sido el ganador de la octava edición del Premio Internacional de Poesía y Ensayo que concede la Fundación Octavio Paz.que está dotado con 100.000 euros y será entregado durante el año 2007. El jurado estuvo compuesto por José Jiménez, director del Instituo Cervantes en París; Michi Strausfeld (editorial Suhrkamp Verlag) y los escritores mexicanos Aurelio Asián, Fabio Morabito y Álvaro Uribe.



Gimferrer posee una extraordinaria trayectoria literaria, una de las más insignes de las letras españolas, como escritor y como editor. Su producción literaria es extensa por lo que publica periódicamente desde los años sesenta y es ganador de varios de los premios Nacionales más importantes. Además, es miembro de la Real Academia Española de La lengua desde 1985. Sus últimas obras publicadas han sido "Interludio azul" y "Amor en vilo", ambas con el sello editorial de Seix Barral.


Evelio Rosero, premio Tusquets



El ganador del II Premio Tusquets Editores de Novela 2006 ha sido Evelio Rosero (Bogotá, 1958), por su obra "Los ejércitos".



El escritor colombiano ha sido publicado desde la década de los ochenta y fue Premio Nacional de Literatura en Colombia en 2006. "Los ejércitos" trata de la violencia en las zonas rurales de Colombia.



El jurado, compuesto por Alberto Manguel, como presidente, Almudena Grandes, Alberto Ruy Sánchez, Francisco Goldman y Beatriz de Moura tuvo que escoger entre los 439 manuscritos presentados. El premio está dotado con 40.000 euros y una estatuilla diseñada por Joaquim Camps. El Premio se dio a conocer en el marco de la XX Feria Internacional mexicana de Guadalajara.



Novedades editoriales

Este libro Las pequeñas memorias, Alfaguara, esperado con expectación desde que su autor, José Saramago, anunció la publicación del que sería el volumen de las memorias de su niñez y de ahí su título. Todos los numerosos seguidores de este prolífico escritor podrán bucear en los recuerdos de su autor, tratando de encontrar la clave de su obra, extensa y prolífica, y del personal mundo de Saramago.
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Este nuevo libro de Le Carré, La canción de los misioneros, publicado por Plaza&Janés, vuelve a tratar sobre la dualidad y la ambigüedad moral de sus protagonistas y del mundo contemporáneo en una narración que trata sobre los abusos y desmanes cometido por un grupo de occidentales que ostentan poder en el Congo. Recomendado para los aficionados a los libros de aventura y acción y del personal estilo de Le Carré.


Dos ciudades en Julio Cortázar, de Miguel Herráez, Ronsel, es un libro que explica la intención de Cortázar cuando escribió Rayuela: “La intención de Rayuela es, entonces, eliminar toda pasividad en la lectura, en la medida en que ello sea posible, y colocar al lector en una situación de intervención continua, página a página o capítulo a capítulo". Esta obra es conseucnencia de una disertación grabada que llegó a su poder como un presente que le brindó el azar. El autor de este raro libro nos guía por el París de la Maga y Oliveira, además de la sempiterna Buenos Aires en la obra de Cortázar.

Por orden alfabético, de Jorge Herralde, Anagrama, es un libro fruto de las conferencias y artículos de este conocido y respetado editor y escritor que expone, por orden alfabético, la opinión que le merecen la gran pléyade de escritores que ha editado, conocido y leído, con su sutil e inteligente perspectiva que le da el ser uno de los editores más prestigiosos de España. Se recomienda su lectura a todos los interesados en el mundo de las letras y sus protagonistas.


Pilar Miró. Nadie me enseñó a vivir, de Diego Galán, Plaza&Janés. Esta biografía ha sido escrita por quien fue director del Festival de Cine de San Sebastián y crítico, además de amigo personal de la biografiada. Parece ser que la génesis de esta obra partió del hijo de Pilar Miró, Gonzalo, famoso por su romance con una conocida aristócrata española, quien le sugirió la idea al autor para que escribiera sobre su madre y así poder llegar a conocerla mejor, según palabras del propio Gonzalo, que era demasiado joven cuando murió aquélla, hace nueve años, para conocer a fondo a quien además de ser su madre, fue una figura emblemática del cine español. Esta figura del cine, a la que conoció Galán en 1971, no es la única protagonista del libro, ya que la España de las dos últimas décadas desfila como telón de fondo de esta biografía por lo que esta obra es interesante no sólo por la figura de Pilar Miró, sino por el retrato que hace su autor de la España que les tocó vivir y de innumerables anécdotas personales que compartió con ella.






Ana Alejandre




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Galería de Escritores - Antonio Gamoneda



Antonio Gamoneda, Vida y obra


Este poeta, ganador del Premio Cervantes 2006, nació en Oviedo, el 30 de mayo de 1931. Hijo de un poeta modernista que muere en 1932, bajo cuya presencia y obra parece ser que aprendió a leer y amar la poesía. Se traslada a León en 1934, junto a su madre con la que vivió en el barrio ferroviario de El Crucero en aquellos años entre la penuria y estrechez económica que lo llevaron a entrar a trabajar como botones, o recadero, en un banco a la edad de 14 años, en cuyo puesto permanece desde 1945 a 1969. La presencia de su madre es crucial en esa etapa y en su vida posterior, lo que demuestra en sus continuas evocaciones de la figura materna que le ayudaron a enfrentarse a todo el sufrimiento y el horror de la guerra y la posguerra consiguiente, además de soportar la dureza de las carencias propias de esa difícil época, cuyos recuerdos aparecen constantemente en su poesía como testimonios de unos años y unas vidas que quedaron marcadas por el entorno hostil matizado de muerte y desolación.

Su paso por la escuela es brevísimo, por lo que se le puede considerar un autodidacta que va aprendiendo a través de lecturas que, según palabras del poeta “se me van apareciendo”, metáfora en la que el poeta alumbra su idea del mundo en el que las cosas llegan cuando tienen que llegar sin que el deseo del hombre pueda cambiar su rumbo.

Su oposición al franquismo se materializa en unión a la que realizan otros amigos, pero siempre desde el puro quehacer intelectual sin reflejo en la realización práctica de unas ideas que quedan sólo en el mundo mental y crítico, pero cuya influencia en su obra se muestra evidente sobre todo ante la desaparición física o moral -que es otra forma de morir-, de algunos de esos amigos disidentes como él del franquismo, lo que se evidencia en una cierta amargura desencantada de la política y sus entresijos. Es en esta época de ideario político y lucha soterrada del grupo de intelectuales cuando empieza a surgir su obra poética, (sin mencionar las de crítica de arte y comentarios sobre poética) como son los poemarios La tierra y los labios (1947-1953) y que no fue publicado hasta la edición del volumen Edad que recoge toda su poesía hasta 1987; posteriormente aparece Sublevación inmóvil (1953-1959) que fue publicado en Madrid en 1960 y que ganó un áccesit del premio Adonais de poesía. Exentos II (Pasión de la mirada) (1959-1960) que contenía poemas que no se publicaron hasta Edad; en 1982 se publica Blues castellano y que no aparecieron hasta ese año por cuestiones de censura, además de Exentos II (Pasión de la Mirada) (1963-1970) que publicó con infinitas modificaciones y variaciones de la que fue publicada en León en 1979 titulada como León en la mirada.

Fue a partir de la muerte de Franco y el inicio de la Transición la que marca un hito en su obra, después de siete u ocho años de silencio poético que siguieron a esa época dura y que según sus palabras fueron años “de depresión añadida...y la poesía era un amor presente pero imposible”. Todo ello se unió a una crisis personal e ideológica que marcará su siguiente obra Descripción de la mentira, publicada en León, en 1977, que es un poema extenso y que muestra su propia transición poética hacia una mayor madurez creadora. Después publica Lápidas en Madrid, en 1987., y el ya aludido volumen Edad que comprende toda su poesía hasta ese mismo año, 1987, totalmente revisada por el autor que le valió el Premio Nacional de Literatura.

Mas tarde, en 1992, publica Libro del frio que le da el espaldarazo final como uno de los más importantes poetas en lengua castellana. En el año 2000 aparece la versión del mismo poemario que incluía Frío de Límites, obra que fue fruto de su colaboración con Antoni Tapies, pero que, separada de la pintura, toma entonces la naturaleza de una addenda esencial de Libro del frio. Anteriormente habían sido publicados los poemas de Mortal 1936, que acompañaban a unas serigrafías de Juan Barjola sobre la terrible matanza acaecida en la plaza de toros de Badajoz durante la Guerra Civil y que no fueron publicados Exentos III (1993-1997)

Otras obras son De un diccionario a la ciencia médica arcaica (1993-1998) y Libro de los Venenos, publicado en Madrid en 1995 y que reflejan el pensamiento del autor y su convicción de que el lenguaje arcaico ha ido adquiriendo un poso continuo de símbolos, matices y tonalidades hasta convertirse en poesía, además de revelar la fascinación apasionada del poeta por la traducción del Dioscórides griego realizada por Andrés Laguna, en el siglo XVI y su interpretación en clave poética hecha por Gamoneda.

Posteriormente, Arden las pérdidas, obra publicada en 2003 y que es la obra culminante de la madurez poética de su autor que se inició en Descripción de la mentira, muestra en toda su lucidez la sensación de pérdida irreparable de todo aquello que conforma el universo personal del poeta, de cada ser humano, y que están representadas por aquello que la vida arrebata irremediablemente (la infancia, el amor, los rostros y las voces de los seres querido, la inocencia, la ira y el dolor) y que, a pesar de su desaparición tangible su eco aún arde en el recuerdo, en esa etapa que conduce hasta la vejez, y su fulgor ilumina con mayor claridad, lucidez y frío, ese mismo frío que el poeta advierte que se acerca en esta etapa que le hace ver todo “en la perspectiva de la muerte”.

Por último, aparecen Cecilia, 2004, y Esta luz: poesía reunida (1947-2004) como sus dos últimas obras hasta el momento.

En la actualidad dirige la Fundación Sierra-Pambley, creada en 1887 por Francisco Giner de los Ríos, con idénticos principios que la Institución Libre de Enseñanza.

No se puede encuadrar a Gamoneda en ninguna generación poetíca o grupo, ni siquiera en la generación de los 50 que, por edad, le correspondería, ya que su obra es personal e intimista, en la que predomina la conciencia del hombre sobre el paso irremediable del tiempo y la pérdida de todo aquello que conforma el paisaje interior de cada ser humano, además de la honda sensación de soledad y cierto pesimismo que el poeta trasnmite a través de sus poemas, mostrando todo el fulgor que la lúcida mirada de Gamoneda puede extraer de lo más profundo de su voz poética que ahonda triste, pero incisivamente, en el alma y sus más profundos recovecos. Es por ello hacer justicia el conceder a este poeta de las soledades, matizadas de la reminiscencia carnal en los recuerdos, el más prestigioso galardón de las letras como es el Cervantes. Estamos de enhorabuena por poder oir a una voz en la que se encarna la poesía entremezclada sabiamente con el íntimo conocimiento de la soledad y el frío existencial que toda vida humana conlleva que da como fruto esta obra poética de profunda belleza.

Obras publicadas

Poesía


Sublevación inmóvil, Madrid, Ediciones Rialp, 1960
Descripción de la mentira, León, Institución Fray Bernardino de Sahagún, C.S.I.C., Diputación Provincial, 1977
León de la mirada, León, Espadaña Editorial, 1979
Blues castellano, Gijón, Ediciones Noega, 1982
Lápidas, Madrid, Trieste, 1986
Edad : (poesía 1947-1986), Madrid, Cátedra, 1987
Libro del frío, Madrid, Ediciones Siruela, 1992
Sección de la memoria, Ponferrada, Ayuntamiento, 1993
Poemas, Palma : Universitat de les Illes Balers, Servei de Publicacions i Intercanvi Científic, 1996
Cuaderno de octubre, Madrid, San Roque, 1997
Pavana impura, Huelva, Fundación El Monte, 2000
Sólo luz: antología poética, Valladolid, Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, 2000
Arden las pérdidas, Barcelona, Tusquets Editores, 2003
La voz de Antonio Gamoneda. Madrid, Residencia de estudiantes, 2004
Reescritura, Madrid, Adaba Editores, 2004
Cecilia. Teguise : Fundación César Manrique , 2004
Esta luz : poesía reunida : (1947-2004), Barcelona : Galaxia Gutenberg : Círculo de Lectores, 2004
Prosa
Relación y fábula
, Santander, Editorial Límite, 1997
Descripción del frío, León, Celarayn Editorial, 2002


Ensayo


Echauz. La dimensión ideológica de la forma. Madrid: Ediciones Rayuela ,1978
León, traza y memoria, Madrid , A. Machón, 1984
Zamora. Fotografías, León, Editorial Everest, 1987
El cuerpo de los símbolos. Madrid, Huerga y Fierro. Editores,1997
Libro de los venenos : corrupción y fábula del libro sexto de Pedacio Dioscórides y Andrés de Laguna acerca de los venenos mortíferos y de las fieras que arrojan de sí ponzoña, Madrid, Ediciones Siruela, 1997
Conocimiento, revelación, lenguajes, León, I.E.S. “Lancia”, La Biblioteca, 2000


Obras en colaboración


Los jóvenes. León, Editorial Everest, 1970
Tres poemas provisionales, Arteguía, 46, (1979)
Dos poetas en su voz, Valladolid, Ediciones Portuguesas, 1992
Tauromaquia : mortal 1936, Mérida , Asamblea de Extremadura, 1994
Encuentro en el territorio del frío, León, Instituto Leonés de Cultura, 1995
La alegría de los naufragios. Madrid, Huerga y Fierro Editores, 1999
Eros y thánatos: pinturas de Álvaro Delgado con once poemas de Antonio Gamoneda: (exposición del 12 de enero al 6 de febrero del 2000), Madrid, Círculo de Bellas Artes, 2000
Un bosque en obras: vanguardias en la escultura en madera, Segovia, Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente, 2000
Juan Barjola, Vitoria, Fundación Caja Vital Kutxa, 2002
Antonio Gamoneda, Madrid, Calambur Editorial, 2003


Premios


Premio Cervantes (2006)
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2006)
Premio Nacional de Poesía (1988)
Premio Castilla y León de las Letras (1085)
Ana Alejandre
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Antonio Gamoneda - Poemas



De "Libro del frío" ( 1992):





Pavana Impura:




1. Tu cabello en sus manos; arde en las manos del vigilantede la nieve.
Son las cebadas, la siesta de las serpientes y tu cabello en el pasado.
Abre tus ojos para que yo vea las cebadas blancas: tu cabeza en las manos del vigilante de la nieve.
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2. Todos los árboles se han puesto a gemir dentro de mi espíritual recordar tus bragas en la oscuridad, la luz debajo de tu piel,tus pétalos vivientes.
Atravesando los aniversarios, a veces viajan las palomas ebrias.
Venga desnuda tu misericordia, ah paloma mortal, hija del campo.
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3. El mirlo en la incandescencia de tus labios se extingue.
Yo siento en ti grandes heridas y te desnudas en mis fuentes.
Se extingue el mirlo en las alcobas blancas donde soy ciego,donde, algunas veces, suenan en ti grandes campanas.
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4. Busco tu piel inconfesable, tu piel ungida por la tristeza de las serpientes; distingo tus asuntos invisibles, el rastro frío del corazón.Hubiera visto tu cinta ensangrentada, tu llanto entre cristales y no tu llaga amarilla,pero mi sueño vive debajo de tus párpados.
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5. La inexistencia es hueca como las máscaras y su visión es lívida, pero tú oyes el grito de las madres del agua y acaricias los ojos que vieron la inexistencia.
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6. Nuestros cuerpos se comprenden cada vez más tristemente,pero yo amo esta púrpura desolada.
Ah la flor negra de los dormitorios, ah las pastillas del amanecer.
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7. Entra otra vez en las alcobas blancas.
Grandes son las jarras de la tristeza en las manos mortales.
Entra otra vez en las alcobas blancas.
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8. Amor que duras en mis labios:Hay una miel sin esperanza bajo las hélices y las sombras de las grandes mujeres y en la agonía del verano baja como mercurio hasta la llaga azul del corazón.Amor que duras: llora entre mis piernas,come la miel sin esperanza.
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9. Ha venido tu lengua; está en mi boca
como una fruta en la melancolía.
Ten piedad en mi boca: liba, lame,
amor mío, la sombra.
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10.Llegan los animales del silencio, pero debajo de tu piel arde la amapola amarilla, la flor del mar ante los muros calcinadospor el viento y el llanto.
Es la impureza y la piedad, el alimento de los cuerpos abandonados por la esperanza.
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11. He envejecido dentro de tus ojos; eras la dulzura y el exterminio y yo amé tu cuerpo en sus frutos nocturnos.

Tu inocencia es como un cuchillo delante de mi rostro,
pero tú pesas en mi corazón y, como una miel oscura, yo te siento en mis labios al ir hacia la muerte.
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12. Eres como la flor de los agonizantes
que es invisible mas su aroma entra
en la sombra nasal y es la delicia,
todo en la vida, durante algún tiempo.
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13. En la humedad me amas
y eres azul en tus pezones. hablas
suavemente en mis labios y regresas
a tu prisión en la melancolía.
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14. Tu cabello encanece entre mis manos y, como aguas silenciosas,nos abandonan los recuerdos. siento la frialdad de la existencia pero tu olor se extiende en las habitaciones y tu lascivia vive enmi corazón y entra mi pensamiento en tus heridas.
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15. Existe el mar en las ciudades blancas,
coágulos en el aire dulcemente sangriento,
sábanas en la serenidad.
Existen los perfumes inguinales, lenguas en las heridas femeninas
y el corazón está cansado.
Entra con tus campanas en mi casa, pastora ciega, sin embargo,
como si no tuviera la dulzura su fin aún en las ciudades blancas.

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