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04 septiembre 2017

Rafael Sánchez Ferlosio




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Rafael Sánchez Ferlosio (Roma, 4 de diciembre de 1927) es un novelista y ensayista español, que estuvo integrado al principio de su carrera literaria en el llamado realismo social de la posguerra, movimiento literario en el que destaca su obra más importante “El Jarama”.

Es hijo del escritor Rafael Sánchez Mazas (señalado falangista que sufrió un frustrado intento de fusilamento durante la Guerra Civil, hecho que fue descrito en la novela de Javier Cercas en su novela “Soldadados de Salamina” en 2001) y de la italiana Lucia Ferlosio.
En su ciudad natal vivió los primeros años de su infancia por la corresponsalía de su padre que era también cronista del diario ABC.

Al regreso familiar a España, Rafael Sánchez Ferlosio estudió en el internado de los jesuitas de Villafranca de los Barrios, y posteriormente, cursó los estudios preparatorios para el ingreso en la Escuela de Arquitectura, aunque los abandonó para estudiar filología semíótica en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid en la que se doctoró.

En sus años universitarios entró a formar parte de un grupo de jóvenes escritores que serían después escritores muy importantes en la literatura española de mediados del siglo XX. Con algunos de ellos, Ignacio Aldecoa, Carmen Martín Gaite (con la que contraería matrimonio en 1954) y Jesús Fernández Santos, formaron un movimiento literario conocido como la Generación del 50 y también como la Generación de los Niños de la Guerra.

Sánchez Felosio comenzó a publicar relatos, a finales de la década de los cuarenta, en varias revistas españolas, dando así comienzo a su carrera literaria. Dirigió junto a Ignacio Aldecoa y Alfonso Sastre la Revista Española, fundada en 1953 por Antonio Rodriguez Moñino, aunque esta publicación dejó de publicarse en 1954. En ella publicó Sánchez Ferlosio dos narraciones y la traducción de Totò, il buono, de Cesare Zavattini A pesar del poco tiempo que duró esta publicación, sirvió para dar a conocer a escritores desconocidos o con fama incipiente que años más tarde se convertirían en figuras importantes de la literatura nacional, al publicar sus relatos, incluso obras teatrales –como fue el caso de Juan Benet-, y artículos del filósofo Manuel Sacristán.

Impulsado por su apasionado interés por el cine, se matriculó en la Escuela Oficial de Cinematografía, aunque abandonó estos estudios más tarde.

Aunque Sánchez Ferlosio fue reconocido literariamente a nivel nacional e internacional con su emblemática novela “El Jarama”, antes aludida, antes llamó la atención con el relato “Industrias y andanzas de Alfanhui”. en 1951, en el que aúna los datos autobiográficos y lo fantástico, con lo que consigue poner en entredicho lo que consideramos realidad. Fue alabado por su depurado estilo y el novedoso argumento que despertó un gran interés.

Su novela cumbre “El Jarama” se integra en la corriente neorrealista de los años cincuenta y dio comienzo a una destacada etapa de la novelística española. Esta novela fue ganadora del premio Nadal, en 1955, premio de la Critica de 1957. El argumento de la novela narra las dieciséis horas de un domingo cualquiera de verano orillas del río homónimo del título de la novela. El autor describe el propio universo juvenil a través de su diálogos en los que se encuentran sus peculiares modismos y giros coloquiales propios de la época. Esto convierte a esta novela en un ejemplo de la llamada “novela magnetofón”, es decir, novela objetiva que carece de narrador y sólo expone la conducta externa de sus personajes, recurso estilístico novedoso para el año en el que fue escrita.

Por la resonancia que obtuvo esta novela, supuso el reconocimiento de Sánchez Ferlosio entre los más importantes escritores de aquellos años y tuvo una gran influencia en la literatura española de la segunda mitad del siglo XX.

Después de unos años de silencio, Sánchez Ferlosio volvió a publicar otras novelas y obras dirigidas al público infantil y juvenil, pero especialmente ensayo, género en el que ha destacado siempre.

Fue de este género ensayístico su obra “Las semanas del jardín”, de tema fundamentalmente literario, obra de reflexión crítica sobre los recursos y técnicas narrativas.

Volvió a la novela con el título El testimonio de Yarfoz (1986), novela con la que quedó finalista del Premio Nacional de literatura, modalidad de narrativa. También, en dicho año, publicó “La homilía del ratón”, colección de artículos; “El ejército nacional”, y el extraordinario ensayo que cuestiona el concepto de progreso “Mientras no cambien los dioses, nada habrá cambiado”, y “Campo de Marte•.

En los siguientes siguió publicando otras obras de ensayo como son los títulos “Ensayos y artículos” (1992) y “Vendrán más años malos y nos harán más ciegos “(1993), compuesto por una variedad de textos varios y dispersos (epigramas, aforismos, fábulas, versos,) que contravienen lo establecido y las ideas convencionales . Por esta obra obtuvo el Premio Nacional de Ensayo y el premio Ciutat de Barcelona en 1994.

Obras posteriores son “El alma y la vergüenza” (2000), “La hija de la guerra y la madre de la patria” (2001) y “Non olet” (2003). Es autor, también, de poesía, relatos “Y el corazón, caliente” (1961), “Dientes, pólvora, febrero” (1961) y de obras de narrativa infantil “El huésped de las nieves” (1982), “El escudo de Jotan” (1989).

A su labor creadora hay que sumar la periodística que ha llevado a cabo intensamente, colaborando en la revistas El Urogallo, Claves de Razón Práctica, Cuadernos Hispanoamericanos y Revista de Occidente y en los diarios Arriba, ABC, El País y Diario 16, entre otros. Dicha actividad le ha supuesto obtener los más importantes premios periodísticos como son el Francisco Cerecedo de la Asociación de Periodistas Europeos (1983), el Mariano de Cavia (2002) y el Francisco Valdés (2003).

Según el propio Sánchez Ferlosio, sus referentes literarios e influencias más importantes son las de los escritores a Max Weber, T. W. Adorno y Karl Bühler.

Entre otras distinciones recibidas es Doctor honoris causa por la Universidad La Sapienza de Roma y por la Universidad Autónoma de Madrid. Sus obras han sido traducidas al inglés, francés, alemán, italiano, ruso y al chino, entre otras lenguas. En 2004 le fue concedido el Premio Cervantes, el más importante de las letras españolas como reconocimiento a su “espíritu libre” y a su “trabajo como narrador y ensayista”.

En ese mismo año, salieron publicadas sus últimas obras “El geco. Cuentos y fragmentos”, recopilación de textos fechados entre 1956 y 2004, siendo inédito uno de ellos; “Los príncipes concordes”, y “Un escrito sobre la guerra”, publicado en la colección de inéditos del Instituto Cervantes.


En la actualidad reside en Madrid, aquejado de una grave dolencia de visión, aunque no ha dejado de escribir.